Monreal, luces y sombras

AutorErnesto Villanueva

Primero. La polarización en la narrativa y en la deliberación pública ha hecho que los extremos se apoderen del discurso: o blanco o negro. No pueden admitirse las diversas tonalidades de grises. Y esto es aplicable a los actores políticos tanto a los que forman parte de la 4T como a quienes son sus adversarios.

El presidente pide, un día sí y otro también, que los actores políticos, sociales, económicos y culturales se definan, pero el problema no es en sí la definición misma, sino la forma en que quiere que se manifieste, blanco o negro, donde reclama que haya aceptación total o rechazo completo para su proyecto y su respectivo método. Habrá quienes coincidan con el proyecto, pero no con su método o no, por lo menos, con todos y cada uno de sus elementos. Hay también, ni duda cabe, quienes no comparten ni el proyecto y, en consecuencia, tampoco el método.

Esta apreciación presidencial ha hecho que ponga en el mismo costal a periodistas, a toda la comunidad de la UNAM, a la clase media como si fuera un cuerpo social uniformado, tan sólo por citar unos ejemplos, lo que ha generado mayor disenso y, por el contrario, la tolerancia y el respeto a las más diversas formas en las que se manifiesta la diferencia se han convertido en víctimas de este intercambio de mensajes sobre la agenda pública.

Y en ese contexto Ricardo Monreal es un hombre leal al presidente y a su proyecto. No tengo la menor duda de ello, pero lo que ha sido un problema, su problema, es pensar por sí mismo, cuando ello enriquece, no debilita, muestra que no hay pensamiento único, sino acuerdo en lo fundamental con diferencias en lo accesorio.

En suma, en lugar de mostrar a propios y extraños que Morena es la unidad en la diversidad y donde se predica y practican las pautas democráticas, se opta por el camino de la exclusión discursiva y se apela al todo o nada, lo que por sí mismo es contrario a la política como servicio público.

Segundo. La lealtad de Ricardo Monreal no es como se acostumbraba en los regímenes del PRI: la obsecuencia, la obediencia y el silencio. Estas improntas del viejo régimen se encuentran más vivas que ayer en una reedición menos afortunada que la original.

Uno de los grandes ideólogos del PRI, don Jesús Reyes Heroles, acuñó la frase: "Lo que resiste apoya", que significaba inclusión y ejercicio mínimo de la tolerancia. De ahí, habría que recordar que, con la reforma electoral de 1977 impulsada por este personaje histórico del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR