Tienen los Mónaco sangre mexicana

AutorMónica Delgado

GENTE! / Francia

PARÍS.- "Por mis venas corre algo de tequila", solía decir Rainiero III. El recién fallecido Príncipe de Mónaco no olvidaba que estaba ligado a México por su abuela paterna, Susana de la Torre y Mier, y se refería al País con agrado, dijo a Gente! Xavier de Polignac, uno de sus sobrinos.

Susana de la Torre, que nació en la Ciudad de México el 2 de septiembre de 1858 y murió en Talence, en el suroeste de Francia, en 1913, seguramente nunca se imaginó que su descendencia reinaría sobre el principado más observado por el mundo.

La mujer, que procedía de una familia acomodada mexicana, se casó el 10 de octubre de 1881, a los 23 años recién cumplidos, con Maxence Melchior, conde de Polignac, con quien tuvo 7 hijos: Marie, que nació en México el 26 de marzo de 1884; Xavier Isidore, Anne, Maxence, Bertrand y Pierre, el más pequeño (1894-1964), que el 18 de marzo de 1920 se unió en matrimonio con Charlotte Grimaldi, heredera del principado de Mónaco.

Pierre, conde de Polignac y Príncipe Grimaldi, y Charlotte, Princesa Grimaldi, tuvieron dos hijos, Antoinette y Rainiero, quien en 1949 asumió el trono de Mónaco.

Por las referencias de esa abuela que añoraba a su "patria querida", México era considerado por las familias Polignac y Grimaldi como un "pequeño paraíso", asegura Xavier de Polignac.

Susana de la Torre heredó a sus hijos el libro de poesías Dichas y Penas, con el que transmitió el amor y el orgullo que sentía por su patria.

El primer poema está dedicado al Bosque de Chapultepec, y en otros externa su recuerdo de México y su devoción a la Virgen de Guadalupe.

"Era una mujer cultivada que hablaba cinco idiomas: francés, inglés, alemán e italiano, además de su lengua materna, el español", precisó Xavier de Polignac, banquero que nació en México y reside desde hace 20 años en París.

Contrariamente a su abuela, que regresó en varias ocasiones a México, donde sus hijos Xavier Isidore y Maxence se casaron con mexicanas, Rainiero sólo estuvo de visita en una ocasión.

Acompañado de su esposa Grace Kelly, asistió a la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968. Se quedaron unos días en México, disfrutando de su viaje como cualquier otra pareja, ya que no fue una visita política y no tenían obligaciones oficiales, explicó Xavier de Polignac.

El banquero mexicano precisó que su padre, Jacques, alojó a Rainiero y a Grace en su casa.

Como turistas, señaló, Rainiero y Grace visitaron las pirámides de Teotihuacán y otros atractivos en el...

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