Mochilazo en el tiempo

El museo que robaron 2 estudiantes de veterinariaEL UNIVERSALCarlos Perches Treviño y Ramón Sardina García eligieron la madrugada del 25 de diciembre para llevar a cabo el robo que planearon durante seis meses. Los jóvenes de 20 años visitaron más de 50 veces el Museo Nacional de Antropología e Historia antes de arrebatarle 140 piezas prehispánicas ?cifra que se denunció en un principio? de valor incalculable, no sólo monetario. Perches y Sardina acudían al recinto cultural para identificar las ornamentas más valiosas, para realizar el croquis, fotografiar las joyas, observar la vigilancia y decidir la fecha del asalto.

Aquella madrugada que los estudiantes de veterinaria eligieron, el Paseo de la Reforma se engalanaba en un amplio tramo por los adornos y focos de colores navideños; sin embargo, hacia el poniente, donde se encontraba su objetivo, sólo el alumbrado público cotidiano era el que le estorbaba a la profunda oscuridad del bosque de Chapultepec, que indomable custodiaba al museo fundado en 1824 por Guadalupe Victoria que abrió en el antiguo edificio de la universidad en el centro de la ciudad; posteriormente, estuvo en el edificio de Moneda 13 y en 1963 pasó a su sede actual.

Por ser Nochebuena, los estrategas del robo encontraron en esa fecha el día perfecto para el ilícito. Precisamente, la crónica de las investigaciones refiere que las personas que esa noche se encontraban de guardia, encargadas de la seguridad del museo, tenían como una de sus tareas fundamentales recorrer cada dos horas los 15 mil metros cuadrados que tienen las 26 salas de exhibición para preservar el orden. Pero no cumplieron con el cometido.

La indagatoria de la Procuraduría General de la República (PGR) acreditó que los vigilantes se concentraron en un sólo lugar para festejar la Navidad. Los guardianes del recinto en sus declaraciones revelaron que estuvieron en un salón y que ingirieron bebidas alcohólicas, ahí conversaron por varias horas y algunos, incluso, durmieron hasta el vencimiento de su turno.

Perches y Sardina aprovecharon la situación. Llegaron después de la media noche. Saltaron la barda metálica del museo de dos metros de altura, ubicada en Paseo de la Reforma, y cruzaron el jardín. Después penetraron por una escalera que los condujo al sótano. Y los ductos del aire acondicionado fueron los que los llevaron a las entrañas del recinto cultural construido por el arquitecto Pedro Ramírez Vázquez.

El robo ocurrió en tres horas, de la una a las cuatro de la mañana. Desmantelaron siete vitrinas. El tamaño de los objetos hizo que su transportación pudiera pasar inadvertida y fuera empacada en maletas. Las salas afectadas fueron la Maya, Mexica y Monte Albán, Oaxaca.

Y Carlos Perches y Ramón Sardina huyeron a bordo de un Volkswagen. Recorrieron el último tramo de Reforma y se dirigieron a la casa de los padres de Perches ?ubicada en Colorines #60, en la colonia Jardines de San Mateo, en Ciudad Satélite?, donde en el clóset de su recámara permanecieron las piezas en una maleta de lona.

Esa mañana del 25 de diciembre, los capitalinos...

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