'Miss Bala': anatomía de la indefensión

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Ernesto López Portillo(Director del Incyde)EL UNIVERSAL"Miss Bala" estremece. En mi caso no fue la novedad de la historia como la proximidad a ella. Se sabe que muchos animales huelen el miedo. Viendo "Miss Bala", de pronto lo que cambia para el espectador es el sabor de la saliva, con ese amargor propio de quien ya se aterrorizó. No todos tragan saliva amarga, claro; por ahí escuché a alguien reírse en los peores momentos. Luego una científica me explicó que la risa es la más fácil expresión cuando uno no sabe qué hacer. Ríanse, pues, cuando vean "Miss Bala", si no les queda de otra, nomás que luego véanse un momento al espejo para ver con qué se quedan de la historia; mírense al espejo como lo hace Laura tantas veces en esta historia de humillación, producto de la podredumbre del alma de quienes esconden su miseria y cobardía tras las armas y los uniformes.El cuerpo de Laura Guerrero simboliza la historia entera. Delgado, vulnerable, golpeado, pisoteado, sangrado, pateado, violado y arrumbado. Hasta el llanto se le acaba a ella, luego de haber perdido, quizá, la última parte de su humanidad. El enorme moretón que llena la escena más de una vez funciona como bofetada para que el espectador sepa cuán fácil es ser lastimado, por cierto, al menos en la película, principalmente por "las fuerzas del orden"; pasa Laura por el pasillo entre varios uniformados que más pegan cuando más vencida la tienen. Canija historia que con ésta y otras tantas escenas nos saca del cine para regresarnos a la realidad, aunque la cinta no haya terminado.¿Qué habrá pensando Naranjo, el director, espejeando tanto a Laura? Nos la pone una y otra vez enfrente, pero luego resulta que no es, es su reflejo nomás. Como si tuviera que tragar tanta mierda en tan poco tiempo que sería mejor no ser ella. O como si alguien, incluyendo el espectador, pudiera creer que se puede no ser cuando no se soporta más ser. Laura indefensa, manipulada, ultrajada, paseada, amenazada y correteada por unos y otros. Los malos y los otros malos. Todos en una mezcolanza que no permite distinguir placas y...

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