Sistema de excepción para los militares que delinquen afectando la disciplina del Ejército

AutorRocío Cuesta Solano
CargoSecretaria Auxiliar del Tercer Tribunal Colegiado del primer Circuito en Materia Penal.
Páginas401-410

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He tenido la oportunidad, al laborar en el Poder Judicial de la Federación, de consultar expedientes que contienen los procesos penales militares, los cuales al estudiarlos detalladamente, me percaté que se trata de un sistema de excepción y después de enterarme de los "errores" judiciales cometidos en esos procesos, llegué a la convicción de que los integrantes de las fuerzas armadas en nuestro país que cometen delitos que afectan la disciplina militar, están excluidos de la garantía constitucional de igualdad frente a la ley, al ser juzgados y sentenciados por sus superiores jerárquicos, subsistiendo el antiguo aforismo castrense que dispone: "El que manda debe juzgar y castigar", lo cual no debe ya subsistir por ser además de injusto, totalmente anacrónico para nuestro tiempo.

Tomando en cuenta recomendaciones que escuché en diferentes cátedras universitarias, en el sentido de que en los estudios superiores deben realizarse ensayos que perfeccionen la vida social, es por ello que abordé como tema de tesis profesional, la propuesta de un sistema que sea congruente con los principios de igualdad ante la ley, imparcialidad y estricta legalidad en la aplicación de la justicia militar.

Para lograr tal fin, mi propuesta la diseño en el sentido de que se modifique el artículo 13 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues el actual texto contiene notoria contradicción, al disponer: "que nadie puede ser juzgado por leyes privativas ni por tribunales especiales", que "Ninguna persona o corporación puede tener fuero", para inmediatamente después establecerPage 402 que: "Subsiste el fuero de guerra para los delitos y faltas contra la disciplina militar" y que los tribunales militares "en ningún caso y por ningún motivo, podrán extender su jurisdicción sobre personas que no pertenezcan al ejército."

Reforma que es absolutamente indispensable, para que, desapareciendo por mandato constitucional el fuero de guerra, por consiguiente dejen de tener jurisdicción los consejos de guerra ordinarios y extraordinarios, y que en lo futuro la justicia militar sea administrada por el Poder Judicial de la Federación, restableciéndose así las garantías constitucionales de las que no gozan los militares que cometen delitos que afectan la disciplina del ejército.

Debe desaparecer el nefasto rescoldo histórico que a la fecha subsiste como "fuero de guerra", siendo importante recordar que la denominación del FUERO, en el ámbito penal, era sinónimo de ciertos privilegios o exenciones que se otorgaban tanto a personas como a organismos.

En el México Colonial y, hasta en los primeros intentos para ordenar la justicia penal, existían fueros que se multiplicaban, pues se concedían a personas en razón de su linaje y a grupos de poder económico, como exenciones de impuestos y otorgamiento de mercedes, concediéndoles derechos a ciertas clases sociales para ser juzgados por sus pares o por tribunales especiales creados ex profeso, con el fin de decidir con la máxima benignidad, demostrándose así una clara expresión de la desigualdad de clases, lo cual rompía con el principio de igualdad ante la ley.

Entre los muchos fueros que otorgaban privilegios, se recuerdan por su importancia el fuero eclesiástico, el militar, el de comerciantes, el de tablajeros, el de minería y hasta el de pesquisas, que consistía en la localización de terrenos e inmuebles de los que se informaba a los poderosos para apropiárselos, cometiendo toda clase de arbitrariedades y hasta delitos, a sabiendas de que en el supuesto de ser juzgados tendrían un Tribunal muy benigno, que se apartaba de la rigidez de las normas represoras y que sólo se aplicaban a quienes pertenecieran a los fueros privilegiados, pues se juzgaba con la intención de acrecentar capitales y poderío económico, disimulando atrocidades cometidas en contra de los más débiles, contándose con legislación fragmentada y dispersa, que se aprovechaba por esos organismos, que sólo atendían a sus intereses personales.

Ciertamente que el concepto de fuero varió y, en la actualidad se emplea en función de competencia jurisdiccional, al expresarse como fuero común y fuero federal, permaneciendo hasta la fecha el fuero militar o "fuero de guerra" como se le conoce actualmente, que si bien no se reconoce que sea titular de privilegios, pues se argumenta por los jefes militares que es más estricto y rígido en su aplicación.Page 403

Lo injusto que se advierte es que, al ser juzgados por sus pares, siendo los juzgadores los de mayor grado o jerarquía dentro del instituto armado, se ha incrementado la notoria injusticia de no respetarse la garantía constitucional de igualdad ante la ley, de la que disfrutan la mayoría de los gobernados, quedando aislada la clase militar, tratando de justificar que no se trata de tribunales especiales, sin lograrlo, pues es evidente que está establecido sólo para militares cuando se afecta la disciplina militar.

Concretamente, que nada justifica que subsista tan obsoleta organización de administrar la justicia penal militar, cuando existe la estructura del Poder Judicial de la Federación a favor de todos los ciudadanos, y que no deben existir excepciones, pues no se justifica su existencia ante el mandato expreso de la Constitución General de la República, que resulta infringido notoriamente con la persistencia del fuero de guerra, que como se demuestra, es el único que existe como recuerdo histórico de la época en que no podía hablarse de auténtica justicia, si cada persona distinguida o grupo poderoso por la actividad que desempeñaba en la sociedad, tenía trato especial, adecuando las normas a su conveniencia.

Para iniciar el estudio de tan delicado tema, partí de la premisa básica de que es inherente al hombre rodearse de una fuerza protectora para resguardarse de agresiones por parte de sus enemigos, ese derecho básico de defensa, evolucionó a través de los siglos, hasta transformarse en una...

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