México luce su belleza

MEXICO, D.F., enero 26 (EL UNIVERSAL).- Los certámenes de belleza han sido un escaparate para resaltar las cualidades de las mujeres mexicanas desde principios del siglo pasado.

Aunque los concursos de este tipo comenzaron en la Antigua Grecia, en honor a la diosa Afrodita y en la que París tenía que darle la manzana de oro a la diosa más bella, en la era moderna surgieron en los años 20, pero el auge mediático ocurrió a partir de la segunda mitad del siglo.

La India Bonita fue un certamen que tenía por objetivo premiar la belleza mestiza para celebrar el centenario de la consumación de la Independencia, promovido, entre otros medios, por EL UNIVERSAL. En septiembre de 1921 la ganadora fue María Bibiana Urbide.

María Teresa de Landa se convirtió en la primera Miss México de 1928, pero fue hasta 1952 que se organizó por primera vez el concurso nacional de belleza Señorita México, presidido por Carlos Guerrero, dueño de dicho certamen durante casi 50 años y también cofundador de Miss Universo.

Así, las ganadoras se convierten en representantes de nuestro país en los concursos internacionales como Miss Mundo y por supuesto el más importante de todos, Miss Universo.

Olga Llorens Pérez fue Señorita México y clasificó entre las mujeres más bellas de Miss Universo.

En 1953, Ana Bertha Lepe logró algo más: cuarto lugar en el mismo concurso. Al regresar a nuestro país se le abren las puertas de la fama y empieza una carrera como actriz.

Después de ese momento Señorita México comenzó a transmitirse a través de Telesistema Mexicano.

Alba Margarita Cervera Lavat fue Señorita México 1978 y quedó en el top 12 de las finalistas.

Pasaron 35 años para que una Señorita México volviera a colocarse entre las finalistas del certamen de belleza más importante del mundo: Amanda Olivares, una chica poblana que el 23 de mayo de 1988 se colocó como la tercera finalista de Miss Universo.

Hubo mucha polémica a su regreso a México cuando declaró a la prensa: “Sola gané mi título”, pues comentaba que no había recibido apoyo ni de Carlos Guerrero, ni del gobierno y que con el dinero que ganó en Señorita México tuvo que pagar su propio vestuario para Miss Universo.

Un año después la veracruzana Adriana Abascal se convertiría de nuevo en una finalista de Miss...

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