Marina: los dos mundos del México contemporáneo

AutorAle, Pedro Salvador
Páginas179-189

Page 179

Malitzin - Marina, los dos mundos del México contemporáneo

Page 180

COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL ESTADO DE MÉXICO

Malitzin-Marina, def‌iende las razones de la mujer, sus derechos humanos. Para nadie es extraño que en el transcurso de la historia se presencie cómo se ha saqueado, rechazado y reestructurado la esencia de la mujer.

Nos dice de la igualdad, que durante largos períodos ésta ha sido tan mal aplicada, que no existe a ciencia cierta y que sólo hay una devastación psíquica del alma femenina.

Nos analiza la idea que tienen los hombres sobre las mujeres aún en estos tiempos, y que la naturaleza femenina ha sido fragmentada por una visión errónea generalizada.

Expresa que en América, desde la conquista de los españoles, la mujer ha ocupado el lugar del “segundo sexo”, aunque se hable de que ha logrado sus derechos de equidad, de género, en la realidad lo cierto es que su fuerza laboral no es valorada aún en la dimensión del hombre.

Malitzin-Marina también nos explica la relación de la mujer con la naturaleza, y de los estragos que hace el hombre con la contaminación, olvidándose a la vez de los jóvenes, que son los herederos de la tierra.

ica

PEDRO SALVADOR ALE Conversaciones sobre ét

180

Page 181

Marina: los dos mundos del México contemporáneo

181

Malitzin –Marina la Lengua (1500-? )

Malitizin-Marina, la Lengua educada para la esclavitud y entregada en esa tónica a Hernán Cortés, oyó de sus labios por vez primera con acento de realidad, la promesa libertaria de los pueblos sometidos a Tenochtitlan. Creyó en la palabra del capitán hispano, pensando que los llegados de ultramar, podrían en efecto ser los libertadores de esta región de América.

Y con Malitzin-Marina creyeron muchos, creyeron pueblos enteros, señoríos completos: Texcoco, Tlaxcala, Cempoala, entre otros. Malitzin nació de señores, tal vez de Painala, como informa Bernal, quizá de Oluta, como sostiene uno de los descendientes, don Fernando Gómez de Orozco y Figueroa, que levantó el árbol genealógico de la progenie de Cortés y doña Marina.

Que fue hija de señores, parece limpio de sospechas, por cuanto es claro que tenía una indudable preparación, una cultura propia de su tiempo, sin la cual no sería comprensible su aptitud en el manejo de idiomas, en la resolución de pluralidad de asuntos arduos que las actividades de Cortés planteaban a cada momento, con velocidad desconcertante, y de situaciones difíciles, nuevas del todo, insospechables para ella, asuntos y situaciones entre los cuales hubiera quedado entrampada y vencida cualquier mujer sin adecuada preparación física y cultural.

Page 182

COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL ESTADO DE MÉXICO

¿Por qué, pues a usted Malitzin, no se le perdona el haber cometido el error que han cometido miles de mexicanos?

Quizá por ser mujer ¿Acaso debí permanecer inmune al engaño en que cayeron pueblos enteros? Pregunten a las mujeres mexicanas que hicieron el papel de soldaderas durante la Revolución, recomenzada por el señor Madero, si es cierto o no que muchas veces, sin otra trinchera que sus cantos y sus lágrimas, fueron cara a cara con la muerte en busca de la libertad, así fui yo, y sin embargo, a esas mujeres no se las culpa del fracaso de la Revolución, a lo que se ha llegado hoy en día.

Las versiones románticas en que se me alude, tiene también su precio por la ignorancia de mis connacionales respecto a las versiones de la historia que escribieron los vencedores, por cierto de una manera muy conveniente. ‘Cuántas cosas de los antiguos americanos ignoramos por no haber hecho a su tiempo las convenientes averiguaciones’, nos dice Clavijero. (Clavijero. Hist. Ant. De México, T.II, P. 285).

Sin ninguna autocompasión, le puedo decir que siempre fui utilizada, primero cuando mis padres me entregaron con otras 19 mujeres como regalo para el conquistador y sus soldados, luego cuando fui intérprete de Cortés, engañada por él pensando que nos libertaría de los aztecas.

En aras de esa libertad concebí un hijo de él, y vi esfumarse la cruda realidad del ideal que tenía, cuando Cortés me entregó a Juan Jaramillo, un oscuro alférez. Cortés f‌ingiendo devoción, se arrodilló a nuestro lado, dándole legalidad a un casamiento mediante los of‌icios de Juan de Tecto, un capellán castrense. Viajé con mi nuevo marido por Tabasco, Chiapas, Guatemala, desde Orizaba y Coatzacoalcos para llegar a Centroamérica.

Cinco años más tarde, derribado el imperio azteca, mutilados en la traición los pueblos que dieron fuerza y vigor con su alianza a los mercenarios de Cortés, edif‌icada sobre la bastardía la concepción de la Nueva España, desaparecí para siempre del escenario, nadie sabe dónde dejé de ver la luz de este mundo, pero eso es lo de menos. Fui utilizada.

¿Cómo vislumbra la realidad de la mujer mexicana contemporánea?

A pesar que la Constitución Política de México consagra la igualdad jurídica de ambos géneros, el trato y las condiciones en que se desenvuelve la vida de la mujer ref‌l eja inequidad, sujeción y segregación.

La manifestación cotidiana de esa condición de inferioridad dif‌iere según la clase social a la que pertenece, el nivel de desarrollo, su entorno social y las características culturales de su grupo de origen.

ica

PEDRO SALVADOR ALE Conversaciones sobre ét

182

Page 183

En la mujer indígena se expresan y combinan todas las diferencias aún vigentes: las que resultan del desarrollo desigual del país y dejan en la marginación a sus comunidades, las que expresan la explotación y despojo colectivo a que son sometidas sus etnias; las que se escudan en diferencias culturales y las que derivan de normas y valores de una comunidad rural en que la mujer carece de voz.

Es enorme el peso de la opresión que sufre en su comunidad, es ella quien soporta injustas conductas del marido cuando éste es víctima del alcoholismo, la que además de ocuparse de las labores del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR