Marco competitivo

AutorMario Soto Figueroa
Páginas67-118

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Hablar de un negocio empresarial familiar exitoso conlleva a tratar el tema del fundador como un emprendedor; sin embargo, existe un gran número de empresas familiares que fracasan, ya que la siguiente generación no logra alcanzar el éxito de la continuidad y no se supera la etapa de estancamiento, ahí es cuando vemos la falta de un espíritu emprendedor en el manejo de la empresa familiar.

Para lograr dicha estabilidad en el negocio familiar, a lo largo de los años, es indispensable que las siguientes generaciones continúen con el compromiso del buen liderazgo, mostrando el espíritu emprendedor con el que inicialmente cuenta el socio fundador. Esta capacidad se debe transmitir y se encuentra completamente relacionada con un buen proceso de sucesión. Por ello, las familias deben enfocarse en la formación de jóvenes con valores relacionados a la empresa familiar y bien estructurados.

En este capítulo hablaremos de las dimensiones del espíritu emprendedor empresarial, así como de otros aspectos clave para el éxito de la continuidad empresarial, tales como: la importancia de la competitividad e innovación en la empresa familiar, alianzas estratégicas de beneficio para el negocio familiar, la relevancia del conocimiento y buen manejo de los activos intangibles, así como la contribución de las empresas familiares en el desarrollo económico de la sociedad en la que se desenvuelven, entre otros.

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Espíritu emprendedor

Gran parte de los estudios e investigaciones “consideran al emprendedor como la persona que posee determinadas cualidades y rasgos de identidad -capacidad para innovar y asumir riesgos, flexibilidad, dinamismo, creatividad y orientación al crecimiento-, como elementos personales esenciales, para difundir funciones intrépidas. De forma pragmática, se trata de un individuo capaz de materializar o concretar ideas novedosas y convertirlas en tareas generadoras de valor”.1 A continuación se desarrollarán dichas habilidades, las cuales mostrarán las diferentes vertientes con las que interactúa el fundador de una empresa, encontrando ante la adversidad financiera, grandes retos y oportunidades, transformados en éxito de negocios.

Así, para un emprendedor, el primer paso de la innovación es el estudio de problemas que puedan ser resueltos de forma ventajosa respecto a lo que es habitual. Lo nuevo no está en el exterior, sino en la forma en que dirigimos la mirada a lo de siempre. Para un negocio, la observación debe ir canalizada hacia los conflictos de todos los agentes internos o externos del mismo. Cada miembro debe orientar su visión para examinar y comprender los dilemas que resuelve la compañía. Los clientes para los que se construye el servicio y productos de interés, constituyen el foco de análisis.2 En el ámbito de la competitividad se debe tener la capacidad de crear nuevos productos o servicios, para satisfacer de manera eficiente las necesidades de los clientes actuales o potenciales. Para lograr esto, es indispensable recurrir a información y al uso de la inteligencia en la producción y comercialización, para obtener mejores resultados. Además, no se debe temer a realizar las cosas diferentes.3 Académicamente, los innovadores por definición, están dispuestos a confrontar nuevos caminos por el convencimiento que tienen de que pueden conseguir buenos resultados. Pero también asumen que en ocasiones no se logran obtener e incluso cabe la posibilidad de perderlos. El fracaso forma parte del éxito y el éxito del fracaso, por lo tanto, las personas y organizaciones que deseen intensificar la

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dinámica de creatividad, deben prepararse para saber gestionar triunfo y derrota,

evitando que ambas dinámicas limiten la competitividad a corto y medio plazo.4 Un empresario exitoso se preocupa constantemente de reunir información que le permita tomar decisiones con el mayor grado de certitud posible. No arriesga su capital, ni lo que tiene, en ningún comercio que no haya analizado previamente. Sin embargo, tampoco se queda en la inacción sin asumir riesgos, sino que logra un equilibrio entre ambas opciones.5 Igualmente, los empresarios intrépidos gozan de una predisposición, para actuar con carácter ante situaciones que requieren cierto arrojo por la dificultad que entrañan,6 en virtud de que se tendrá normalmente un alto grado de incertidumbre, al diseñar la estrategia de negocios para una adecuada toma de alternativas empresariales.

Asimismo, la flexibilidad es una de las principales características que los emprendedores exitosos poseen. En especial cuando hay dudas y, la inseguridad es una constante dentro de todas las empresas.7 Esta habilidad permite al emprendedor adaptarse a las situaciones que identifica como cambiantes en el entorno. Mal manejada, la ductilidad puede oponerse a la constancia necesaria para llevar adelante una idea. Sin embargo, la adaptabilidad en un nuevo corporativo, significa que serán capaces de atender las señales del mercado, la competencia, los socios, los proveedores, el entorno y los empleados, que le sugieren adecuaciones para capturar de manera rápida las nuevas oportunidades registradas, o resolver los problemas que están conformando.8 En un negocio propio es necesario ser emocional, mental y físicamente capaz de trabajar mucho y muy duro. Se debe tener una empresa visionaria; es decir, po-seer la capacidad de trascender a través de su compañía, creando impacto en sus empleados, clientes y proveedores, en la sociedad, en su país y finalmente, en él mismo.9

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Indiscutiblemente, un emprendedor debe tener facilidad para imaginar ideas y proyectos nuevos. Además, proponer soluciones originales y saber analizar e investigar.10 En consecuencia, dicha persona llevará el ingenio a todos los integrantes de su corporativo, reestructurando los procesos y la forma de interactuar en todas las actividades del negocio.

De tal manera que la creatividad se puede definir como la capacidad de creación de elementos actuales y dinámicos, así como de solución de problemas en entornos en donde los recursos o instrumentos, son escasos y limitados, y en donde se debe usar el potencial mental para llegar a conclusiones adecuadas.

De igual forma, las personas con esta aptitud se rigen generalmente por criterios estrictos y exigentes, procuran siempre lograr un buen equilibrio entre subjetividad y objetividad, para lo cual conocen el inmenso valor de la discusión sincera, aceptan con facilidad la confusión y la incertidumbre, los altos riesgos no les asustan y el fracaso lo conciben como parte del proceso creativo.

De esta manera, en el momento del discernimiento, pueden apartar los compromisos emocionales en su trabajo y son capaces de considerar diferentes puntos de vista sobre un mismo tópico. No se apresuran para conducir una determinada obra; por el contrario, dejan de lado sus resultados parciales o finales durante algún tiempo, para volver sobre ellos con la posibilidad de hacer procesos autocríticos.11 Desde el punto de vista académico, el espíritu emprendedor ha sido objeto de numerosos estudios teóricos y empíricos con resultados muy diversos. Existe un interesante vínculo entre él y la competitividad, como binomio esencial para potenciar la situación financiera y salir de la crisis. También se encuentra la creatividad, la iniciativa, la capacidad de afrontar riesgos y la independencia.

En los siguientes párrafos se desarrollarán distintos conceptos que conforman dicha orientación, conllevando al mejor entendimiento de estas capacidades, que fortalecen el crecimiento económico de las empresas familiares.

Así, las nuevas decisiones impulsan la productividad, aumentando la competitividad, con lo que obligan a otras empresas a reaccionar, mejorando la eficacia e innovación. Implica más oferta y reducciones de costos de los precios que benefician a los consumidores.12

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Por lo tanto, estas tendencias a competir, son decisiones tangibles que una compañía lleva al mercado para que los consumidores identifiquen sus productos, como los que de manera más integral satisfacen necesidades, expectativas y deseos; por ello, los prefieren al momento de escoger.13 Por otro lado, la iniciación emprendedora incluye la propensión a inducir cambios en uno mismo, la capacidad de aceptar y apoyar la mejora provocada por factores externos, de dar la bienvenida a la versatilidad, de asumir la responsabilidad por las propias acciones, sean positivas o negativas, de terminar lo que se empieza, de saber en qué dirección se está yendo, de establecer objetivos y cumplirlos, y de tener la motivación necesaria para el éxito.14 Evidentemente, tener esta capacidad en la vida, es lo que hace que llevemos un paso adelante al resto de las personas y, se convierte en parte fundamental de la misma, haciendo la diferencia y conformándose en un elemento esencial para el desarrollo de un país o una sociedad.15 Asimismo, las personas que cuentan con independencia emprendedora, asumen sus tareas con compromisos y decisión, analizan y toman el camino adecuado para lograr sus metas, comparten sus opiniones, aceptan críticas constructivas y terminan sus tareas a tiempo, y bien hechas.

Además, se responsabilizan de las causas de sus éxitos y tropiezos. Manifiestan confianza en su propia habilidad para...

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