Lujo y poder renovado

AutorAlberto Bortoni

En la F-150 y en la Lobo en México, Ford ha tenido un producto sobresaliente durante muchos años. Pero ya comenzaban a vérsele los años y las actualizaciones de RAM y de Chevrolet no le ayudaron. De alguna forma sus rivales americanas parecían estarle ganando el mandado; con mejor manejo, más gadgets y, en general, viéndose más modernas.

Pero Ford sabía lo que tenía que hacer: en un abrir y cerrar de ojos tiene una nueva Lobo, muy similar a la actual pero al mismo tiempo completamente diferente.

Si bien el cambio no parece tan aventurado, sí hay algunas actualizaciones, como las luces frontales, el elemento de salida de aire en la parte lateral y algunos otros cambios que variarán de versión a versión. No es radical, pero como dicen los estadounidenses: si no está roto, no lo arregles. Y lo aplicaron bien.

En el interior sí se aprecia una modernización importante. Una pantalla de 12 pulgadas ahora adorna la parte central del tablero. Nada tremendamente ostentoso pero generosa en tamaño y completamente funcional. El panel de instrumentos digital tiene el mismo efecto. Aunque hay menús y configuraciones disponibles, para quienes sólo quieren apreciar los indicadores tradicionales resultará eficiente y sin las complicaciones de operación de algunos otros.

Los asientos de capitán son cómodos y espaciosos; serán adecuados hasta para las complexiones más voluminosas. Además, Ford se ha encargado de darle un interior apropiado para trabajar en él, así que hay espacios de carga y de trabajo abundantes.

Incluso la compañía hizo lo necesario para que la palanca de velocidades sea plegable y deje un espacio plano para trabajar con una computadora o firmar documentos.

La mecánica recibió también una actualización; ligera pero presente. En potencia y torque la cifra está en 400 caballos de fuerza y 500 lb-pie de par. Esto del motor V6 EcoBoost de 3.5 litros de desplazamiento. No le pide nada a los V8 de la competencia o el mismo 5 litros de Ford.

La operación de este conjunto de motor y transmisión es suave pero contundente. Sin ajetreos al acelerar, pero al mismo tiempo haciéndolo parecer sin esfuerzo alguno.

Siguiendo con la calidad de marcha...

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