Luis Rubio / Por qué es posible

AutorLuis Rubio

Visito diversos lugares del país y escucho a ciudadanos de todo tipo, origen y actividad. Unos son empresarios, otros son taxistas, los más son personas modestas dedicadas a barrer calles o limpiar edificios, secretarias y funcionarios de todo nivel e institución. Lo impactante es que, más allá de las diferencias de lenguaje y forma de comunicarse, todas hacen la misma pregunta, comentario, petición, reclamo o grito de auxilio: cómo es posible que continúe el deterioro que experimenta el país. Peor, dicen algunos, el hoy presidente demostró una extraordinaria capacidad ejecutiva como gobernador y sin embargo, palabras más, palabras menos, el desempeño de su gobierno es patético.

La apuesta en este comienzo de año es claramente que la economía comience a revertir las tendencias del año pasado. Una vez concluida la parte medular de los procesos legislativos (y pasada la presión por "las" reformas) y superados algunos de los errores que acentuaron el colapso económico reciente, este año comienza de manera por demás promisoria. Tanto el volumen masivo de gasto que se aproxima como el desempeño de la economía estadounidense permiten anticipar que esos dos motores de crecimiento arrojarán resultados mucho mejores, al menos en términos estadísticos, de crecimiento económico. Dado el cambio en la composición del gasto (lo que los economistas denominan "fuentes de demanda"), no toda la población va a percibir una mejoría, pero los números ciertamente serán distintos.

Dígase lo que se diga, se trata de la misma apuesta de siempre: que nos salve una situación económica menos mala, así sea ésta inviable en el largo plazo. Esto último en buena medida porque depende de factores circunstanciales e insostenibles en el tiempo (como el masivo déficit fiscal) o fuera de nuestro control (como la demanda de automóviles o la construcción de casas en EUA).

Nuestro problema es que seguimos viviendo de apuestas en lugar de fundamentar el desarrollo de largo plazo en la construcción de un basamento sólido que conduzca a ello. Aunque nadie puede restarle mérito al éxito en aprobar importantes reformas, su relevancia se podrá observar cuando éstas se implementen y prueben su valía, algo no evidente en este momento.

Para muestra un botón: aunque somos dados a la verborrea legislativa -y a la interminable producción de leyes que, más a allá de la retórica y los anuncios de radio, tienen muy poca probabilidad de cambiar la realidad cotidiana- las leyes del...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR