Antes de ser luchadora exitosa, Dalys guió a sus 3 hijas en la vida

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 10 (EL UNIVERSAL).- Alos 15 años de edad la vida cambió para la joven que con el tiempo se convertiría en una luchadora profesional. A esa edad fue madre por primera vez."Eso me hizo una mujer fuerte ante la vida", recuerda. "No me dicen la más fuerte solo por los músculos, he vivido muchas cosas que me hicieron esta mujer", advierte.Disfrutó a sus hijas antes de comprometerse con la lucha libre, y sabe que no se equivocó al hacerlo. "Cuando las vi buscando su camino supe que podía empezar a entrenar lucha libre, tenía 26 años. Lo hicimos juntas pero la que se quedó fui yo".Un paso que cimbró su hogar, ese en el que la lucha libre es casi una religión. "Recuerdo las palabras de mi esposo (Negro Casas). Él me dijo que la lucha era algo serio y me iba a tener que casar con ella si quería ser una buena luchadora. En el momento no lo entendí, pero sí, es un compromiso para toda la vida".El tiempo la ayudó a entenderlo, tal vez no de la manera más amable, "ahora es mi mundo, al que puedo llegar cansada, pero que disfruto".Abajo del entarimado, en su faceta de madre, "me gusta que he sido una mamá que nunca le impuse algo a mis hijas, lo que...

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