Luces de la ciudad / El tercer hombre

AutorGuadalupe Loaeza

Hoy hablaremos de una de las cintas más famosas del cine inglés. Hay quien dice que se trata de la mejor película británica que se haya filmado. Pero, sobre todo, es famosa por la inolvidable actuación de Orson Welles. No obstante que aparece muy poco a lo largo de la historia, la expectativa que ocasiona la aparición de Welles es uno de los grandes logros del director Carol Reed. La gente esperaba con impaciencia su actuación a lo largo de toda la película... y entonces, aparecía en una escena magistral en la que habla sobre los Borgia y afirma que la única aportación que los suizos han hecho al mundo son los relojes cucú. Con toda razón, esta película que se volvió tan popular fue, de alguna manera, la que mantuvo la popularidad de Welles a lo largo de los años 50. Sí, me refiero a El tercer hombre (The Third Man), estrenada en 1949. A pesar de que fue filmada hace más de 60 años, sigue siendo tan emocionante como entonces. Hay que decir que el tema musical de Anton Karás se volvió quizá más famoso que la película misma... Con toda razón, dice el director Martin Scorsese: "Yo llevo dentro de mi piel The Third Man, es la película más inteligente que jamás haya visto... Confieso que me obsesionó el filme de Carol Reed".

Pero antes de hablar de Orson Welles y de esta película diremos algunas palabras sobre la trama de esta cinta que a tanta gente ha fascinado: Holly Martins (Joseph Cotten) es un escritor estadounidense que llega a Viena justo en el periodo de posguerra. Allí descubre que su mejor amigo, Harry Lime (Orson Welles), acaba de morir en un extraño accidente de tráfico. Y entre las averiguaciones que comienza a hacer para saber cuál fue el motivo real de su fallecimiento, el jefe de la policía británica le da a entender que su amigo se había involucrado en el mercado negro de la penicilina. Harry comienza a interesarse en investigar qué hay detrás de la muerte de su gran amigo.

Orson Welles había llegado a Europa en 1947 con grandes deseos de triunfar en el cine del viejo continente. Pero desafortunadamente no encontraba una buena oferta; por el contrario, se embarcó en un proyecto que parecía no avanzar, una versión fílmica de Otelo que comenzó en 1949 y se prolongó por tres años. Cierto día, un amigo suyo, el productor Alexander Korda, le habló de un nuevo proyecto: una historia de Graham Green. El novelista británico la escribió obsesionado por una historia que le ocurrió a él mismo: se encontró en la calle a un amigo al que...

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