Llueven festejos

AutorLuis Homero Echeverría

Nada detuvo el jubilo de los aficionados mexicanos.

Ni el aguacero que cubrió la zona centro de la Ciudad impidió que cerca de 8 mil aficionados acudieran al Ángel de la Independencia, según cifras de la SSP.

Ahí sacaron toda la alegría que les dejó el tituló de la Sub 17 en el Mundial, con su propia estrategia y "estilo de juego" para superar los obstáculos del clima y alargar la noche de celebración.

"¿Y dónde están, y dónde están, los uruguayos que nos iban a ganar?", fue uno de los principales gritos al momento de correr alrededor de la Glorieta del Ángel agitando banderas mexicanas, o viendo los anchos sombreros, tocando tambores y cornetas para ponerle ritmo a la fiesta.

El agua que empapó a los aficionados también les entregó un recurso para divertirse, ya que justo en el cruce de Reforma y Florencia se formaron auténticas lagunas en las cuales la gente "se bañó" al meterse a ellas ya sea para patalear y mojar a otros o incluso lanzándose de pecho.

De pronto un grupo de seguidores cargó a una joven, llena de la espuma que le lanzaron con un aerosol y la gente se acercó hacia ella para pedirle un "favorcito".

"¡Chichis, chichis!", le pedían a la seguidora que hizo el ademán de alzarse la blusa, pero al no concretarlo se llevó una sonora rechifla.

En otra área aparecieron algunas bengalas y también lasers para alumbrar la noche con el grito de "¡sí se pudo, sí se pudo!", y también llegaron los disfrazados de Julio Gómez...

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