Libre de hormonas

AutorMaría Fernanda Torres

El pollo es uno de los alimentos más populares a nivel mundial, tan común es su consumo como los mitos que surgen alrededor de su producción.

Personajes como el Presidente de Bolivia, Evo Morales, o la modelo colombiana Natalia Paris, han causado polémica al declarar que estas aves son inyectadas con hormonas. Pero, especialistas de la industria y médicos aclaran el asunto.

Luis Antonio Chípuli, consultor avícola, explica que en los años 50, en Estados Unidos sí se aplicaron hormonas en las aves y los consumidores manifestaron efectos secundarios.

"En aquellos años, los tres principales estados productores de pollos de engorda de ese país, Delaware, Maryland y Virginia, utilizaron estrógenos para engordar a los animales.

"La situación repercutió seriamente porque los consumidores varones experimentaron un crecimiento de las glándulas mamarias (ginecomastia)", comparte el médico veterinario zootecnista.

A partir de entonces el uso de hormonas y de sustancias similares en la producción de pollos y de otros animales de consumo quedó estrictamente prohibido.

"Es cierto que los pollos se desarrollan en menos tiempo, pero su crecimiento se debe a los avances en las técnicas de producción. Los pollos engordan porque genéticamente están diseñados para que siempre tengan hambre, y nutricionalmente se les alimenta para que generen mucha masa muscular", indica Chípuli.

Por su parte, el endocrinólogo César Lozano indica que al público le resulta difícil creer que el rápido crecimiento de las aves se debe a la forma en que son criadas y no al uso de esteroides.

"Los pollos, al igual que otros animales como las vacas lecheras, han sido sometidos a cruzas para conseguir especies más grandes y con más carne", comenta.

El alimento que se les proporciona es balanceado y está hecho a base de sorgo o maíz, harina de soya, harina de carnes o de pescados, vitaminas, minerales y aminoácidos.

Chípuli añade que en México las empresas productoras de aves de consumo siguen estrictos controles de calidad veterinarios, nutriológicos y de manejo.

Incluso el sacrificio se hace acorde a las normas de bioética con la finalidad de que los pollos sufran lo menos posible y se obtenga una carne sana y limpia.

SÚPER POLLOS

En el caso hipotético de que se suministraran hormonas a los pollos éstas no serían perjudiciales en el consumo humano.

"Si se utilizaran hormonas para que los pollos engordaran, las hormonas se destruirían al cocinar la carne", señala el endocrinólogo César...

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