Levantan nueva pirámide

AutorMaría Silva

Después de más de una década, cuando en 1992 el Departamento de Agricultura de Estados Unidos oficialmente lanzó la Guía de la Pirámide Alimenticia, se ha concluido que ni todas las grasas son malas, ni todos los carbohidratos son buenos para la salud.

Y es que esa vieja pirámide proponía el pan, cereal, arroz y pastas como base de una buena nutrición, seguidos por las frutas y verduras, luego los lácteos, le seguían en el mismo casillero la carne, el pollo, huevo, pescado y nueces, y en la punta aparecían las grasas como consumo casi prohibido.

Es por esto que los científicos Walter C. Willet y Meir J. Stampfer, profesores de nutrición y epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, respectivamente, además de maestros de medicina de la misma institución en Boston, fieles practicantes del buen comer y del ejercicio, han removido los corazones al descubrir, después de arduos estudios con médicos y enfermeras como sujetos de investigación, una nueva propuesta para vivir mejor.

Ellos son los autores de la nueva pirámide que le da una revirada a la anterior, al colocar en el primer nivel a los aceites y los productos de grano entero, que son los naturales, de fibra dietética y sin azúcares, como base para la buena salud, seguidos de las frutas y verduras. Arriba de éstas quedan las legumbres y las nueces, luego el pollo, las aves y los huevos, en el siguiente escalón se quedan los lácteos, y la cúspide la "pelean" las carnes rojas y la mantequilla, junto con el arroz, el pan blanco, las papas, pastas y dulces, que se consideran productos refinados.

Así que la antigua concepción de que los carbohidratos simples, o sea de harina blanca o procesados, eran el inicio para descartar posibles padecimientos crónicos, como ataques al corazón o enfermedades coronarias, están en la cúspide, esto es, reducidos al mínimo en la dieta diaria.

Y con esto se cumple la teoría de que todo lo que sube, baja. O que a veces se está arriba y otras abajo. Sin embargo, la búsqueda científica sigue y la nueva pirámide será completada y aceptada hasta el 2004.

Además de las nuevas premisas que se proponen, quizá es muy pronto para saber en qué términos y cantidades se podrá medir el consumo de aceites, si éstos poseen la mayor cantidad de calorías, comparados con las proteínas y los carbohidratos.

La pirámide de Willet y Stampfer también ilustra el consumo de vino como fuente de prevención para los problemas cardiovasculares, como una manera de darle un enfoque mediterráneo a la dieta, y aquí también queda la incógnita de si es positiva o no la promoción del alcohol en una alimentación adecuada.

Lo que sí es un acierto, que había sido olvidado por completo en la pasada pirámide, es la práctica del ejercicio y una dieta balanceada, incluso antes de proponer los aceites y carbohidratos integrales y sin procesar.

La vieja y la nueva

Publio Ayala Garza, gastroenterólogo y autor de los libros Vitaminas, Minerales y Suplementos Dietéticos y Nutrición y Digestión 2000, señala que la mayoría de la gente está acostumbrada a comer los carbohidratos simples (arroz, pan blanco, pastas y cereales), cuando en realidad se necesitan los complejos, como los productos de grano entero, que se pueden traducir también en integrales como avena, arroz, centeno, trigo y maíz.

De hecho, algunas panaderías aún adornan sus paredes con el dibujo de la antigua pirámide para promocionar la venta de sus productos como saludables, porque el pan y otros derivados de harina blanca estaban en el primer nivel como la base de una buena alimentación, aunque también ya han introducido en sus anaqueles los productos integrales.

Para hacer más clara esta diferenciación de los carbohidratos entre una y otra pirámide, que en apariencia parecen ser los mismos, hay que decir que los simples, que la antigua forma alimenticia consideraba como base, son los productos hechos de harina blanca, sean pan, arroz y pastas, así como los cereales refinados, que son todos los que vienen listos para tomar o en caja.

La nueva pirámide sugiere estos mismos productos, además de la avena, el centeno y el maíz, pero hechos de grano entero, es decir, que no hayan sido procesados, que sean integrales o que en las...

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