La República de las Letras
| Autor | Humberto Musacchio |
El proyecto del centro cultural Nueva Época
El pasado viernes se presentó el proyecto del Centro Cultural Nueva Epoca, del Fondo de Cultura Económica, que albergará la librería Rosario Castellanos, una zona de lectura, área de juegos y cafetería, una sala de exposiciones que llevará el nombre de Luis Cardoza y Aragón, un cine que para honrar la tradición se llamará Lido y un estacionamiento para 50 coches. Se trata, a no dudarlo, de un centro cultural que buena falta le hacía al área de la Condesa, que incluye varias colonias y presta servicio a gran parte de la ciudad. Al acto, presidido por Consuelo Sáizar, asistieron numerosos intelectuales y artistas que habitan por el rumbo, a los que resulta grata la perspectiva de contar con un lugar de reunión que ofrecerá diversos atractivos culturales, aunque varios de los presentes, sobre todo gente de las artes escénicas como Morris Savariego, David Antón o las actrices Julieta Egurrola, Luisa Huertas y Paloma Woolrich, se acercaron al arquitecto Teodoro González de León para pedir que le agregara a su proyecto un teatro, pues consideran -consideramos- muy conveniente contar con un foro para la dramaturgia en un lugar tan especial, al que buena parte de su público podría llegar a pie, hecho ya inusual en esta urbe. El arquitecto señaló que eso implicaría una elevación de costos, pero bien vale la pena invertir lo necesario si se piensa que esta será la gran obra cultural del sexenio, y no la frustrada megabiblioteca para la que no hay dinero ni claridad.
Quitarán a Chapultepec más áreas verdes
Mucha falta le hacía a Chapultepec una manita de gato y es plausible la decisión del Gobierno capitalino de invertir 30 millones de peso y del grupo de particulares que encabeza Marinela Servitje, que pondrá los 18 y medio millones restantes. Sin embargo, resulta más que discutible la intención de construir un andador, con espejo de agua en medio, entre los museos de Antropología y Tamayo, que tendrá 250 metros de largo y unos diez de ancho, con lo cual perderá el bosque unos 2 mil 500 metros de áreas verdes y un número no despreciable de árboles. ¿Es indispensable? ¿Resulta mucho pedir que quienes visitan ambos museos caminen por el pasto o por la banqueta de Reforma? Aunque la señora Servitje anunció que se instalará un sistema para el tratamiento del líquido, mucho nos tememos que a la vuelta de unas semanas el espejo de agua se convierta en el mismo mugrero que son las dos fuentes circulares que están...
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