León Guzman

AutorLuis Gonzalez Obregón
Páginas361-366
˜ 361 ˜
L eÛn Guz m· n
1821-1884
ÉPOCA ME MORABL E y gloriosa fue aquella de
la Reforma y de la guerra de la Interven-
ción, por sus hombres grandes, eminen-
tes, patriotas, inquebrantables en su ca-
rácter y firmes en sus principios. De esos
hombres abnegados que profesaban por
convicción las ideas; capaces de ir hasta
el sacrificio siempre que así lo exigiesen
los deberes del ciudadano o la causa de la
Patria, y que preferían el desprecio de los
que no supieron comprenderlos, la perse-
cución de los que trataron de tiranizarlos,
y la miseria en sus hogares, antes que do-
blegarse al capricho o a la voluntad de los
poderosos.
A esos hombres nacidos para bregar
lo mismo con las adversidades del des-
tino que con los abusos de los déspotas;
que vivieron para defender la razón y la
justicia de parte de quien estuviese, se les
ofrecían los empleos y no iban en busca
de ellos como ahora. Servían a su causa y
a su partido con la abnegación del mártir
sin interés alguno, sin la esperanza de la
recompensa, sin la retribución de un suel-
do mezquino que no se les podía pagar por
las escaseces y penurias porque entonces
atravesaba el erario.
Los representantes del pueblo, los dipu-
tados de aquella época, llegaban a la capital
haciendo miles de sacrificios, y al tomar po-
sesión de sus curules protestaban verdadera-
mente cumplir con su misión, defender los
derechos e intereses de sus representados, y
no asistir a las Cámaras a votar, sino a dis-
cutir para poder aprobar, y no aprobaban
sólo por complacer a los gobernantes, sino
para dejar satisfecho al pueblo. Los Magis-
trados, los encargados de la Justicia, cum-
plían su deber obedeciendo únicamente a su
conciencia, sin que fueran capaces de torcer
sus fallos, ni las altas recomendaciones, ni
las amenazas de los que más podían, ni nada
que no tuviese por única base y por único
y sólido fundamento, la ley; la ley dura, in-
flexible y hasta implacable para los culpa-
bles; pero digna, equitativa y justa para los
inocentes.
En aquella época de eterna recordación
y entre aquellos hombres ilustres y distin-
I

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