Los legionarios de Cisto volvieron a las andadas

AutorIrene Savio

ROMA.- Los Legionarios de Cristo están otra vez en líos legales: varios de sus miembros son acusados en Italia de "intento de extorsión" y uno de ellos, el exsacerdote Vladimir Reséndiz Gutiérrez, de pederastia.

Al parecer de poco sirvió el proceso de refundación que, a instancias del Vaticano, esta congregación realizó tras los escándalos de abusos sexuales contra menores en que se vio envuelta; tampoco habría sacado provecho del indulto que Jorge Bergo-glio, el papa Francisco, le brindó en 2015.

El legionario Reséndiz Gutiérrez -a quien el Vaticano despojó de los hábitos en 2013- es actualmente juzgado en la ciudad italiana de Novara por abusar sexualmente de varios menores, según revelaron diversas fuentes y decenas de páginas de documentos que Proceso pudo revisar.

"El juicio en Italia contra Reséndiz Gutiérrez es emblemático, puesto que las demandas en su contra se refieren a abusos que ocurrieron entre 2007 y 2008"; es decir "poco después de la condena pública" que Benedicto XVI lanzó en 2006 contra Marcial Maciel, el fundador de los Legionarios, la cual "dio inicio al proceso de renovación de este grupo", observa Francesco Zanardi, fundador de la asociación Rete L'Abuso, que apoya a las víctimas del antiguo sacerdote.

Según la demanda penal contra Reséndiz, éste habría abusado sexualmente y de manera reiterada de dos menores: uno austriaco y otro italiano, de madre española. Ambos afirman que los hechos ocurrieron cuando Reséndiz era responsable de la disciplina en el seminario que la Legión de Cristo tiene en Gozzano, un reposado pueblo de 5 mil habitantes en la región de Pia-monte, en el norte de Italia.

Reséndiz -de 42 años, originario de Zamora, Michoacán- ejerció ese cargo hasta septiembre de 2008, cuando repentinamente fue trasladado a algún país de

América Latina, para luego instalarse en México, país en el cual, según los investigadores italianos, está en la actualidad.

Proceso entrevistó a la madre del menor italiano, quien explicó que éste aún no se recupera del abuso del que fue objeto. Confiesa que más de una vez su hijo ha intentado suicidarse. Pide por ello mantener en reserva su nombre y apellidos y los de su familia. Accede a que sólo se le identifique por las siglas PJL.

Explica que en el caso de su hijo, los abusos se conocieron después de que un sacerdote, quien además es psicólogo, presentó en marzo de 2013 una denuncia ante la comisaría de la policía de Porta Ticinese, en Milán. De acuerdo con este sacerdote, el...

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