Juicio a los criminales de la guerra en Siria

AutorCarlos Martínez Assad

Aún no se preveía lo que sucedería en Siria con una guerra sin cuartel inicialmente en contra del régimen, transformada luego en un campo de batalla de numerosos grupos radicales islámicos herederos de Al-Qaeda, del surgimiento del temible grupo terrorista Daesh y del juego de las potencias extranjeras.

El sirio Yazan Awad, de 30 años, contó a El País el 10 de junio de 2018 sobre los días de su cautiverio en una prisión militar, donde le destrozaron la pierna con un garrote y sufrió otros tormentos, según contó en un proceso realizado en Alemania contra el gobierno de Bachar al-Asad. Varios expedientes fueron sustraídos discrecionalmente desde entonces para demostrar las atrocidades de ese régimen, de acuerdo con un paquete de 26 mil 948 fotografías de los cuerpos sin vida presuntamente de los detenidos por el régimen sirio. "Las imágenes prueban el patrón de abusos sistemáticos, la cruel cotidianidad y las condiciones infrahumanas de las prisiones sirias. Amnistía Internacional cifra en al menos 17 mil 723 las víctimas mortales de los centros de detención".

Entre los testimonios relacionados con ese mundo carcelario destaca el de Mustafa Khalifa, en El caparazón. Diario de un mirón en las cárceles de al-Assad (Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, España, 2017). Con lujo de detalles el protagonista, un árabe cristiano, cuenta el infierno carcelario, la escasa y pésima comida, los retretes sucios, las enfermedades, el abandono, los malos olores y el repertorio de atrocidades que se cometen contra aquellos seres sumidos en la degradación en ese diario transcurrir y sobre lo que puede hacer la autoridad para acabar con la dignidad humana.

Recordaba Awad que en Alemania contactó al abogado Anwar al Boun-ni, quien estuvo preso entre 2006 y 2011, y junto con el abogado Mazeb Darwish, apoyado por el Centro Europeo para los Derechos Humanos y Constitucionales, se han dedicado a un "litigio estratégico" para llevar tras las rejas a sus torturadores, logrando así la orden de detención internacional contra Jamil Hassan, director de inteligencia militar de Al-Asad.

El abogado Al-Bounni se ha dedicado durante varios años a trabajar para llevar a la justicia europea a criminales de guerra. Nacido en Hama, de una familia de militantes de izquierda, fue arrestado por fuerzas de seguridad en Siria después de firmar la Declaración de Damasco que contenía un llamado a reformas pacíficas. Hombres armados lo secuestraron y pasó cinco años en prisión entre...

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