El juego perfecto

AutorAbelardo Arroyo Rincón

Abelardo Arroyo Rincón

Economista, miembro del American Economic Association y del Society for American Baseball Research

Nada como el "murmullo del parque de pelota cuando un pitcher ha lanzado siete entradas sin hit ni carrera". Para entonces el pitcher ya ha enfrentado al menos dos veces a la batería contraria y él y los equipos en el diamante saben que hay posibilidad de que se escriba una página en la historia del Rey de los Deportes. A escaso mes y medio de haber iniciado la temporada de Ligas Mayores, se han presentado ya cuatro de estos juegos (por cierto, con lanzadores zurdos), llamados en inglés 'No-No' (No hit, no run). Los números de la temprana temporada (.234 de porcentaje de bateo promedio) apuntan a un dominio del pitcheo y quizás a superar el récord de juegos sin hit ni carrera de una temporada, la última en 2012, con siete. La rotación de abridores y sus relevistas (bull pen), con una amplia gama de lanzamientos, están logrando ponchar a uno de cada cuatro bateadores y el cada vez más frecuente ajuste en el sembrado de los defensivos en función de las estadísticas de bateador en turno (shift), harían pensar que esta temporada podría ser similar a la de 1968, el año del pitcher.

Expertas como E. Baccellieri, nos recuerdan que ha habido tres etapas en la historia de la pelota con amplio dominio del pitcheo: en 1909 provocando que al año siguiente se cambiara literalmente el corazón de la pelota, insertando un núcleo de corcho. Junto con los cambios de reglas de 1920, obligando al uso de pelotas nuevas y en buen estado, dio paso a lo que se conoció como el "live ball period". En el mencionado 1968, que provocó para el año siguiente, entre otros ajustes, la reducción de la zona de strike. Y finalmente este 2021, que de continuar así podría dar pie a regular la forma en que los equipos aplican los shift y a lo que hoy ya es una realidad en la Liga independiente del Atlántico: alejar el montículo de lanzamiento.

En los ajustes referidos, el objetivo de la Liga ha sido que el bateador conecte más frecuente, con más potencia la pelota, aumentando las oportunidades de embasarse y anotar, generando más emociones en el partido.

De los trescientos nueve 'No-No'...

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