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Juan Pedro Oriol / Ternura y esperanza

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Vincent
AutorJuan Pedro Oriol

"Para las personas de hoy, la Navidad nos habla de la ternura y de la esperanza. Dios, al encontrarse con nosotros, nos dice dos cosas. La primera: tengan esperanza. Dios siempre abre las puertas. Segunda: no tengan miedo de la ternura. Cuando los cristianos se olvidan de la esperanza y de la ternura se vuelve una Iglesia fría, que no sabe a dónde ir y se enreda en ideologías, en las actitudes mundanas".

Con estas afirmaciones abre la entrevista que Andrea Tornielli ha hecho al Papa Francisco para el diario italiano La Stampa y Vatican Insider. Otra vez el pensamiento y el corazón de un Papa muy humano queda al descubierto cuando se le pregunta, además del sentido actual de la Navidad, sobre el porqué del sufrimiento de los niños, sobre el ecumenismo y la Evangelium gaudium.

El Papa aseveró que todo cuanto él siente y piensa sobre la Navidad es fruto de esas horas de oración y silencio que vive una vez terminada la misa de Nochebuena, cuando él prefiere permanecer en la capilla con la única compañía de Cristo en el sagrario.

La primera parte de la entrevista se puede resumir en una sola palabra: alegría. El Papa piensa que la Navidad nos da tanta alegría porque es una fiesta rodeada de ternura: un Dios que se hace niño, y un niño que depende totalmente de los cuidados de sus padres.

Dios baja, sí, a un mundo donde esa alegría se empaña de miseria, dolor y sufrimiento.

"La Navidad no fue una denuncia de la injusticia social, de la pobreza, sino un anuncio de alegría. Todo lo demás son conclusiones que sacamos nosotros. La Navidad es alegría, alegría religiosa, alegría de Dios, interior, de luz, de paz. Cuando no se tiene la capacidad o se está en una situación humana que no te permite comprender esta alegría, se vive la fiesta con alegría mundana. Pero entre la alegría profunda y la alegría mundana hay mucha diferencia", dijo.

La Navidad también llega a un mundo de guerras y conflictos. Llega como un don de paz. Y si Dios regala ese don es porque sabe que las personas tienen la capacidad de comprenderlo y de recibirlo. Él sabe esperar. Él sabe que ese don dará frutos. Con paciencia espera todo cuanto sea necesario, porque nunca se ha cansado de...

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