José María Murià / La luz en todo el mundo
| Autor | José María Murià |
Sabemos que la Luz del Mundo constituye una concepción cosmogónica de naturaleza religiosa cuya sede principal se encuentra en un barrio de Guadalajara, conocido como la Hermosa Provincia. Sabemos también que es de filiación cristiana, perfectamente imbricada en la concepción o idea del mundo más generalizada en el hemisferio occidental, y que reclama de sus fieles una mayor relación con la divinidad y, sobre todo, una mayor participación en la comunidad.
Hemos tenido noticias de su preocupación por ayudar a que todos y cada uno de sus miembros solventen sus necesidades humanas básicas, y hasta las malas lenguas han hecho correr infundios con ánimo de denigrarlos.
Vimos también levantarse de nuestro suelo una espectacular y laureada iglesia, diseñada por el arquitecto Fernández Font, capaz de sentar a casi doce mil fieles. Por cierto que el dicho modelo tiende a reproducirse donde hay creyentes con recursos suficientes, como es el caso de Puerto Vallarta y Tijuana, además de que se ha convertido en un elemento emblemático que ya se halla por doquier.
En efecto, templos de la Luz del Mundo existen desde lugares tan apartados como la población chilena de Punta Arenas, la más austral de la masa continental americana, hasta la mera Ciudad Luz o, junto al Vaticano, en el "corazón de la cristiandad".
Confieso que ha sido una experiencia tan interesante como grata la visita a algunos de estos pequeños templos que están esparcidos por el mundo y constatar tanto la difusión de dicho credo como la veneración que se profesa por sus jerarcas y por nuestra ciudad de Guadalajara. El solo hecho de esgrimir esta procedencia y sobre todo la calidad de tapatío, es más que suficiente para ser abrazado con cálida hospitalidad.
No pretendo, por razón obvia, visitar todas las comunidades esparcidas por el mundo: cerca de doscientas ciudades en más de treinta países, pero sí habré de repetir la experiencia de ponerme en contacto con "hermanos" que residan en las diferentes poblaciones que me toque en suerte visitar.
Por ahora, mi experiencia se reduce al "estrecho del mundo", Panamá, donde la "Luz" llegó procedente de Costa Rica, en la mochila de varios ticos y panameños que habían residido en Jalisco. Ahí el problema principal manifiesto que tienen, por obra y gracia de los gringos que presionan a nuestra Secretaría de Relaciones Exteriores para que limite el acceso de centroamericanos a México, es conseguir la visa para venir a Guadalajara a celebrar el...
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