José Woldenberg / Miguel Ángel Velasco

AutorJosé Woldenberg

Hace 10 años, a los 96, murió Miguel Ángel Velasco. Nació en Jalapa, Veracruz, en 1903, de tal suerte que vivió, sin metáfora alguna, todo el siglo XX.

Fue panadero y sindicalista desde muy joven y en 1923 tomó las armas para defender a Obregón contra el levantamiento encabezado por Adolfo de la Huerta. Tres años después ingresa a la Juventud Comunista de Jalapa y conoce a Úrsulo Galván, líder de la Liga de Comunidades Agrarias.

En 1929, junto con Valentín Campa, crea la Confederación Sindical Unitaria de México (CSUM), que "estaba completamente bajo la dirección del Partido Comunista". En 1932 es enviado a las Islas Marías. Así se lo contó a Rolando Cordera (Volver con la memoria. Cal y Arena. México. 2009. La reconstrucción de la vida de MAV se hace con base en esa entrevista): "Asaltaron el edificio de la CSUM, y los que estábamos ahí salimos huyendo, pero a algunos nos alcanzaron y nos llevaron a la prisión militar en Santiago Tlatelolco. Ahí hicimos una huelga de hambre y antes de que termináramos un día nos sacaron al corredor de la prisión y un capitán se acercó y me dijo: ¿qué tanto gritan?, pues (demandamos) agua y sol, agua para que nos permitan bañarnos y sol para que nos dejen salir de las celdas. Pues ahora sí van a tener bastante agua y sol, dijo... nos sacaban para llevarnos al Pacífico, en un carro pegado al tren que hacía el servicio... Nos llevaron a los muros de agua", como José Revueltas bautizó a las Islas Marías.

Sale de la cárcel al tomar posesión el nuevo presidente, Abelardo L. Rodríguez. Participa en los movimientos de Nueva Italia y Lombardía que apoya el general Cárdenas. En 1934 viaja a Montevideo, Uruguay, al Congreso Continental contra la Guerra y el Imperialismo que preside Aníbal Ponce y es designado vicepresidente "por ser el único delegado de América del Norte". En una "razia" contra los participantes en el Congreso va "a dar al bote allá en Montevideo". Cuando en 1934 llega a la Presidencia de la República Lázaro Cárdenas, los comunistas mexicanos mantenían "una posición sectaria". Decía: "no creíamos que con la llegada de Cárdenas hubiera un cambio, hasta que empezó a actuar. Entonces se modificó nuestro punto de vista... (y) pasamos al apoyo completo". "Nos incorporamos a su movimiento sin dejar de ser comunistas".

En 1935, junto con Hernán Laborde y José Revueltas asiste al Séptimo Congreso de la Internacional Comunista en Moscú. Es un viaje de varios meses. Y a su regreso, en 1936, es uno de los...

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