Ivaginaria / La tragedia argentina

Es una tragedia para la historia de las mujeres en este planeta, el resultado de la votación en contra del aborto en Argentina. Perjudica a todas en el mundo y es un retroceso de la civilización. No sólo porque se siguen violando los derechos reproductivos y sexuales y humanos de las mujeres, sino porque es obscenamente notoria la agenda religiosa, evangélica y católica que empujó a 38 miembros del senado de dicho país sudamericano, a elegir en contra de la despenalización del aborto.

Desde 1921 las argentinas son castigadas por interrumpir su embarazo y ello ha orillado a que muchísimas aborten de forma clandestina, lo que implica mucha muerte e insalubridad en un proceso que, la embarazada que no quiere estarlo, lo ejecutará de cualquier forma. Amnistía Internacional en apoyo a la ley a favor del aborto en Argentina, publicó un tremendo póster en el cual un enorme gancho enmedio de un fondo verde, lo decía todo. Las morras se meten ganchos, alambres y ejecutan una serie de maniobras peligrosisímas ante la imposibilidad de terminar un embarazo sin riesgos y sin clandestinidad.

El papa argentino Bergoglio, no ha de ser una figura ajena a este resultado en la votación de la ley del aborto en su país. Ha sido evidente que los senadores de las regiones católicas y más pobres e ignorantes de ese país, votaron no. Creo firmemente que el catolicismo ganó esta elección en dicho senado. Hace poco aún las argentinas celebraban el reñido pase de la ley para despenalizar el aborto en la cámara de legisladores, festejaron como si ya hubiese sido aprobada. Cuando entró al senado, a pocas horas de que se cerrara la votación, tenían la mitad más dos los conservadores. Siento que esa ley estaba bien muerta cuando los senadores argentinos sólo la manosearon y no dejaron pasar. Afuera la ola verde que representa el movimiento a favor del aborto, empezó a sentir la derrota.

Nuestro pobre país también posee una influencia vergonzosa e invasiva de las autoridades religiosas y, es ofensivo y me enoja profundamente, que la iglesia (católica) de la que fui creyente muchos felices y sin duda devotos años, sea la principal propulsora de la ignorancia en el mundo. Que sea una institución que persiste en violar los derechos humanos de las mujeres y sobre todo...

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