Ivaginaria / Elogio de la vasectomía

AutorElia Martínez-Rodarte

La vasectomía es una forma de liberación masculina a la vez que es un acto de responsabilidad del hombre, no sólo consigo mismo, sino también con su derecho y obligaciones respecto a la reproductividad de nuestra especie.

Un varón puede negarse a querer reproducirse y está en su derecho a hacerlo, pero debe de actuar en consecuencia, utilizando medios de control natal: nunca esperando a que la mujer haga todo el trabajo o que sea ella la que se cuide.

Existe una idea errónea y primitiva sobre la vasectomía relacionada con la hombría, que impide que muchos señores tomen esta opción de control natal, porque consideran que su virilidad y machinez se verá disminuida con este procedimiento tan simple.

A todos esos varones, les invito que se muden de la edad media a la época actual y actúen.

Muchos urólog@s coinciden en que la vasectomía es un procedimiento al cual muchos quisieran optar para colaborar con sus parejas femeninas en el control natal, pero que a la hora de la operación se rajan y obligan a sus mujeres a que sean ellas las que se cuiden de no embarazarse. Y ni siquiera tienen el buen tino de usar condón, sino que esperan que sus esposas, novias o amasias se llenen de hormonas o, en el más cínico de los casos, avientan a la mujer a la ligadura de trompas de Falopio.

La forma en que se realiza la vasectomía hoy en día, garantiza en un 100 por ciento que no habrá riesgo de embarazo ya que se impide la salida de espermatozoides emponzoñados.

Hay que notar que con la vasectomía sólo se evita que un señor preñe a una señora. La vasectomía nunca servirá como método seguro contra la transmisión de infecciones de transmisión sexual o contra el Virus de Inmunodeficiencia Humana/sida. Para esto sólo sirve el condón y el control natal recetado por un ginecólogo.

La operación es sencilla y breve. Utilizando anestesia local se realiza una incisión muy pequeña en el escroto (la pielecita que cubre los testículos), en la parte trasera del mismo o a los lados. Se extraen los conductos seminales o deferentes y se cortan.

Cada extremo del ducto es cosido o "sellado". Antes sólo se "bloqueaba" la conexión, se cerraba el tubo por donde pasan los espermatozoides, pero había cierto nivel de fallo y en consecuencia se producían embarazos. La naturaleza...

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