Iraq y el clan de Takrit

AutorGustavo de Arístegui

Se trata de un país étnicamente heterogéneo, religiosamente complejo y geográficamente estratégico. La mayoría de la sociedad está compuesta por los árabes musulmanes chiíes, seguidos por los árabes musulmanes suníes, siendo los kurdos -también musulmanes suníes- una importante minoría de entre el 15 y el 20 por ciento de la población.

En Iraq vive una influyente minoría cristiana de caldeos, asirios -tanto católicos como no- y nestorianos, una minúscula minoría de 50 mil personas fruto de un cisma ocurrido en la Edad Media.

Tras la gran revuelta árabe, el Imperio Británico reconoció los servicios durante la guerra de la Familia Real hachemí, y les entregó la Jefatura del Estado de Iraq, donde, tras varios reinados, sus miembros fueron depuestos y brutalmente asesinados por descuartizamiento.

El autor del golpe de Estado, el coronel Kassem, sería depuesto en 1963 por el partido Baas, cuya ideología es una complicada mezcla de ideas nacionalistas panarabistas, fascismo europeo y algún aderezo de marxismo. Sin embargo, este partido es hoy, más bien, una de las plataformas de poder más eficaces en manos del actual régimen.

El dictador, Sadam Hussein, nació el 18 de abril de 1937 en el pequeño pueblo de Al-Awja, muy cerca de la ciudad de Tikrit o Takrit.

Maltratado por su padrastro (no conoció a su padre), no fue escolarizado hasta los 10 años, cuando se fue a vivir a Bagdad con su tío Kharaylla Tulfa, un hombre de profundas simpatías pro nazis y que fue una figura esencial en la educación de Sadam. Fruto de esta educación en la violencia, el propio Sadam tomó parte en el intento de asesinato del coronel Kassem en 1959.

Retorno del exilio

En 1963, Sadam Hussein vuelve del exilio de Damasco y de El Cairo, donde había contraído matrimonio con su prima Sayida Tulfa, hija de Kharaylla Tulfa. Tras cuatro años de ausencia, Sadam había perdido buena parte de su base de poder y sólo consiguió ser nombrado interrogador y, según algunos prestigiosos centros de investigación, torturador.

El ascenso de Sadam Hussein se produce realmente cuando consigue aliarse con un familiar lejano, el General Ahmed Hasan Al Bakar, que a la sazón sería Presidente de Iraq y que lo nombraría Secretario del Comando Regional Iraquí del partido Baas (la otra rama está en Siria), Vicepresidente del Consejo del Mando de la Revolución y número dos del régimen a todos los efectos.

El 16 de julio de 1979, Hussein se convierte en Presidente de la República y del Consejo del Mando de la Revolución, Secretario de la rama iraquí del Baas y hombre fuerte del régimen, como consecuencia de la retirada del General Hasan Al Bakar. Sadam, hombre desconfiado y enormemente receloso, se rodea exclusivamente de miembros de su familia y de naturales de su provincia y, en muchos casos, de su propia ciudad natal, a quienes confía los puestos de mayor responsabilidad.

En palabras de Samir Shakir, miembro del Partido Democrático Iraquí, sólo se puede entender...

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