Iniciativa parlamentaria que reforma los numerales 1, 4 y 5 del artículo 218 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, a fin de que los candidatos a diputados federales y senadores tengan la obligación de celebrar por lo menos un debate., de 10 de Junio de 2015

Que reforma los numerales 1, 4 y 5 del artículo 218 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, presentada por la diputada Esther Quintana Salinas, del Grupo Parlamentario del PAN, en la sesión de la Comisión Permanente del miércoles 10 de junio de 2015

La que suscribe, diputada federal Esther Quintana Salinas, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, y 72 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como los artículos 6, numeral 1, fracción I; 77, numerales 1 y 3, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, presenta a consideración del pleno de esta Comisión Permanente, la iniciativa con proyecto de decreto por el que se reforma los numerales 1, 4 y 5 del artículo 218 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos

Lo que hoy conocemos con el nombre de democracia, se parece muy poco a lo que significaba en épocas anteriores, hubo un tiempo en que la democracia se consideró como una forma lamentable de gobierno, por ejemplo, Aristóteles pensaba que se trataba de una mala desviación del régimen republicano: una desviación demagógica, puesta al lado de la oligarquía y de la tiranía como formas perversas de gobernar las ciudades.

Tiempo después, en 1795, Kant repitió casi exactamente las mismas palabras: “la democracia es necesariamente un despotismo”, porque según él, las multitudes no estaban calificadas para gobernar con la razón sino con sus impulsos. Y todavía en el primer tercio de nuestro siglo, Ortega y Gasset se seguía quejando de la “rebelión de las masas” como un mal signo para el futuro.

Actualmente, la democracia se traduce como un régimen de igualdad y de libertad para que todos los ciudadanos estén representados en alguno de los órganos de gobierno, sin distinción de clase social, raza o sexo. La representación y participación de los ciudadanos son términos fundamentales para que se ejerza una democracia, a su vez, la verdadera representación no puede existir, en la democracia, sin el auxilio de la forma más elemental de la participación ciudadana: los votos del pueblo. Ninguna representación democrática puede darse sin la participación de los electores, del mismo modo en que no existe forma alguna de participación colectiva en que no haya un cierto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR