Iniciativa parlamentaria que reforma el artículo 15 de la Ley General de Protección Civil., de 14 de Diciembre de 2017

Que reforma el artículo 15 de la Ley General de Protección Civil, a cargo de la diputada Edith Yolanda López Velasco, del Grupo Parlamentario del PRI

La que suscribe, diputada Edith Yolanda López Velasco, del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional de la LXIII Legislatura del honorable Congreso de la Unión, en ejercicio de las facultades que me confieren los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como 6, numeral 1, fracción I, 77, numeral 1, y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, para efectos de su discusión y en su caso aprobación, presento iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona un segundo párrafo del artículo 15 de la Ley General de Protección Civil.

Por lo anterior y a efecto de reunir los elementos exigidos por el numeral 1 del artículo 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados de este Honorable Congreso de la Unión, la iniciativa se presenta en los siguientes términos:

  1. Planteamiento del problema

    Después de vivir junto con toda la población mexicana los días 7 (siete), 19 (diecinueve) y 23 (veintitrés) de septiembre dos grandes sismos de 8.2 y 7.1 grados Richter, respectivamente, los dos primeros, así como un tercero de menor intensidad (pero no menos importante) con epicentros en: el Golfo de Tehuantepec; en Puebla – Morelos y Oaxaca 1 provocando desastres comunes en los Estados de Oaxaca, Chiapas, Puebla, Guerrero, Ciudad de México, Estado de México y Morelos, lugares en los que, como es de todos conocido, hubo un considerable número de pérdidas de vidas humanas, muchos lesionados y cuantiosos daños patrimoniales, que han dejado sin hogar a miles de personas; al margen de los daños ocasionados también a las carreteras y a otros bienes de la nación.

    Debemos de tener presente que los sismos en nuestro país son constantes; a la fecha de elaboración de la presente iniciativa, el servicio sismológico nacional ha detectado más de 6 mil 500 réplicas del sismo de 8.2 grados Richter, desde el pasado 7 de septiembre, “nuestro país tiene una alta actividad sísmica, por lo que la sociedad siempre debe estar preparada”, 2 por lo cual, no sólo la sociedad es la que deberá de estar alerta, sino todas las instituciones del Estado, ya que se debe de tener siempre en cuenta, que el binomio sociedad – autoridades/instituciones, necesitan de cada una para poder avanzar hacia un derecho, en este caso, un derecho más preventivo y protector. De manera más específica e intensa, las Instituciones que se relacionen de manera directa con la materia de protección civil, ya que se tienen que ver obligadas a atender más el carácter preventivo.

    Se tiene que considerar, asimismo, que nuestro País, no sólo es susceptible de sismos o terremotos, sino también puede resultar afectado por ciclones, huracanes, entre otras consecuencias provocadas por fenómenos naturales o de carácter antropogénico. Al respecto, conviene recordar, las consecuencias que dejaron los huracanes como Gilberto, Wilma, Patricia, entre otros, como inundaciones, crecientes de los ríos y deslaves que afectaron severamente en años anteriores a diversas regiones del país; recientemente, en septiembre de 2017, los ciclones Irma, José provocaron grandes daños y pérdidas humanas en Estados del Sur de nuestro País, afectados ya por los sismos pasados, sin desatender que continuaron las lluvias e inundaciones en el mes de octubre; por ejemplo, para el estado de Oaxaca, en la cuenca del Papaloapan y otras regiones de la zona, los fenómenos naturales, han dejado daños considerables como pérdidas humanas y de cosechas, cabe resaltar que gran parte de la población que se dedica a la siembra, la practica como de “autoconsumo”, es decir, la pérdida de lo que hayan sembrado significa para los pobladores preocuparse altamente por, qué van a hacer por sobrevivir.

    De los desastres naturales (huracanes, seguidos de los sismos y/o terremotos) ocurridos recientemente, se tiene presente, que se gestó la preocupación por la comida, los medicamentos, las prendas de vestir y el techo (improvisadamente respecto a este último han servido las carpas y lonas) para las personas que perdieron además de su salud física y psíquica, y en muchos casos a integrantes de su familia, todo su patrimonio. Con el fin de tratar de aminorar este problema para todos los damnificados, la sociedad civil y las instituciones del Estado han participado activa y constantemente, de manera individual o coordinada; donando alimentos, medicamentos, prendas nuevas o usadas pero en buen estado, así como lonas, entre otros elementos que consideran puedan servir para ayudar a quienes se han quedado prácticamente sin bienes materiales; sin embargo, muchas de las personas que han ayudado y aquéllas que desean sumarse a la ayuda común que está haciendo la sociedad civil para todos los afectados, se han encontrado con interrogantes importantes que vale la pena subrayar; la primera, ¿Cuáles son las acciones, de tipo preventivo, de autoprotección, y que de manera permanente en materia de acopio lleva a cabo el Estado? ¿Cuál es el lugar o lugares en los que permanente se pueden localizar a los centros de acopio? ¿Quién le da seguimiento a los productos o elementos que fueron donados en beneficio de los damnificados y ya fueron entregados por parte de las Instituciones y de los Centros de Acopio autorizados?

    El tiempo de respuesta con los damnificados a causa de cualquier tipo de desastre natural o antropogénico por parte del Estado, sería más rápido y efectivo, si de manera permanente y de forma preventiva , generara el Estado en su interior, una constante participación de la Sociedad Civil en materia de acopio; sin duda, los tiempos de reacción ante una situación de emergencia, cualquiera que ésta sea, se reducirían, y definitivamente se coadyuvaría a la resiliencia que debe de ser prioritaria en los momentos post – catástrofes, y de los que el Sistema Nacional de Protección Civil en lo particular, debe tomar en consideración.

    Sin duda, hay muchos aspectos que como Estado debemos de mejorar en materia de Protección Civil; sin embargo, si se fortalece el círculo de las acciones permanentes, preventivas y autoprotectoras que se puedan desarrollar en la materia de Protección Civil, y se continúa apostando por este rubro, se aminorarían muy posiblemente las consecuencias negativas que los desastres naturales o antropogénicos pueden dejar en detrimento de todos nosotros.

    Así, para que se pueda mejorar desde el punto de vista operativo, funcional, e institucional el Sistema Nacional de Protección Civil , se plantea la idea de que todas sus actividades, y las que de manera particular logre desarrollar el Sistema Nacional conforme a lo enmarcado en la Ley, deberán de tener el carácter preventivo , de autoprotección , y en algunos casos de permanentes ; así también, en lo que se refiere al rubro del acopio, se requiere una organización específica, para poder coadyuvar a las diversas actividades que desarrolla la Coordinación Nacional de Protección Civil ante cualquier tipo de desastre, lo que vuelve necesario crear una Red Nacional de Acopio , que de manera permanente se encargue de verificar todas aquellas tareas relacionadas con el acopio, y además, para que de manera coordinada pueda confluir con todas las instituciones que dentro del Capítulo Tercero de la Ley General de Protección Civil se contemplan.

  2. Exposición de Motivos

    Existe la necesidad, de que todas las actividades que logre llevar a cabo la Coordinación Nacional de Protección Civil, por conducto de sus 3 (tres) Direcciones Generales: la Dirección General de Protección Civil, Dirección General para la Prevención de Riesgos y Dirección General de Vinculación, Innovación y Normatividad en Materia de Protección Civil, así como de su único órgano desconcentrado denominado: Centro Nacional de Prevención de Desastres, tengan enfocado un carácter y una naturaleza especial y particular, denominada: de prevención y de autoprotección , así como en algunos casos dependiendo de las actividades que la Coordinación Nacional desarrolle, de permanente . Lo anterior, con el ánimo de hacer frente a desastres de índole natural o antropogénicos, así como para disminuir los daños ocasionados y lograr evitar, o cuando menos reducir el porcentaje de contingencias post-catástrofes.

    A la postre, siguen instalados un número indeterminado de Centros de Acopio, principalmente en los Estados de Chiapas y Oaxaca, colocados por la sociedad civil, mismos que no necesariamente se catalogan como Centros de Acopio Autorizados como lo marca el artículo 51 de la Ley General de Protección Civil y su Reglamento; de la misma manera se han logrado acopiar dentro de esos Centros que al efecto se han instalado por la sociedad civil, y diversas Instituciones Estatales, como lo son: la Marina, Colegios Militares, Escuelas de Enfermería, Hospitales, los DIF Estatales y Municipales, los centros Delegacionales, Centros Comunitarios, Casas del Adulto Mayor, Casas de la Mujer, diversas Secretarías de Estado, un sin número de productos y/o elementos donados, que se presumen, servirán para los damnificados.

    En consideración de lo anterior, se tiene presente, que si las instituciones, dependencias u órganos relacionados con la labor de protección civil, tuvieran como marco de acción de manera...

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