Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, en materia de trabajo infantil., de 16 de Octubre de 2014

Que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, a cargo de la diputada Lucila Garfias Gutiérrez, del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza

La que suscribe, Lucila Garfias Gutiérrez, diputada integrante del Grupo Parlamentario de Nueva Alianza en la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, con fundamento en los artículos 71, fracción II de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 6, numeral 1, fracción I, 76, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración la presente iniciativa con proyecto de decreto, por el que se reforman y adicionan diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, en materia de trabajo infantil, al tenor de la siguiente: Exposición de Motivos

En México el trabajo infantil es un fenómeno que aún sigue perjudicando a un grupo importante de menores en situación de vulnerabilidad, extendiéndose a lo largo de todo el territorio, lo que dificulta su descenso y erradicación fácilmente, sin embargo, sabemos que es una problemática que afecta directamente en su estudio, salud, alimentación y el sano esparcimiento, además de que viola gravemente sus derechos constitucionales y el interés superior de la infancia, esto es, de las niñas, niños y adolescentes.

En este sentido, nuestro país cuenta con “estrategias en el marco de la política para contribuir a la erradicación del trabajo infantil”, 1 además del propio marco jurídico laboral regulatorio. No obstante, estas medidas implementadas no han sido suficientes.

Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que en el 2011 había 40 millones de niñas, niños y adolescentes en el país, de los cuales, tres millones 35,466 infantes de 5 a 17 años realizaban alguna actividad económica. 2

Estos datos son una clara muestra que indica la inserción de niñas y niños al mercado laboral a una edad muy temprana , aun cuando la propia ley lo prohíbe; ya que, tres de cada 10 infantes que trabajan tienen entre 5 a 13 años de edad y el resto son adolescentes de 14 a 17 años; 3 es decir, el 3% de la población infantil que trabaja no tiene acceso a las garantías, ni derechos establecidos en la ley laboral, que los proteja en su condición de trabajadores con edad no suficiente , evitando la violación a sus derechos fundamentales, su explotación, criminalización, humillación, y discriminación.

Aunado a lo anterior, en el país también existe otro problema para los infantes que trabajan desde la informalidad ; debido a que en éste ambiente se carece completamente de protección y cuidado; generando mayores escenarios de violencia, humillación y peligro para estos menores, que, por necesidad realizan alguna actividad laboral en este sector de la economía mexicana.

Trabajo informal, que tiende en su mayor proporción a concretarse en las calles y espacios públicos (vendedores de diversos artículos), o desde unidades económicas o negocios familiares, prestación de servicios, en el comercio, trabajo en mercados, central de abasto, igualmente cuando fungen como niños acompañantes de los adultos que trabajan, son vulnerables a sufrir algún peligro o abuso. Asimismo, se observan menores realizando actividades de servicios personales y mendicidad, por lo que existen una gran variedad de trabajo que se involucra en la informalidad.

Ante esta situación, México es considerado como uno de los países de mayor pobreza laboral y con más alta tasa de empleo informal por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE); al respecto es necesario mencionar que tan sólo en el 2012, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó por primera vez los resultados sobre la “Medición de la Economía Informal 2003-2012, Base 2008”, los cuales señalan que el 25% del PIB mexicano surgió de la economía informal y el 60% de la población ocupada se ubicó allí: con 31 millones de personas.

Asimismo, el otro 75.0% restante del PIB se genera en el sector formal con 40.2% de la población ocupada formal. Es decir que por cada 100 pesos generados de PIB del país, 75 pesos lo generan el 40% de ocupados formales, mientras que 25 pesos los generan el 60% de ocupados en informalidad. 4

Y de ese 25% del PIB aportado por los agentes económicos informales, el 11% proviene de los micro negocios o changarros de todo tipo y el 14% restante proviene de la laboriosidad individual que se distribuye entre “otras modalidades de la informalidad”: trabajadores no remunerados, trabajadores por cuenta propia, empleadores y trabajadores subordinados y remunerados quienes no cuentan con el amparo del marco legal e institucional (seguridad social, prestaciones sociales y todos...

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