Iniciativa parlamentaria que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, en materia del régimen de pequeños contribuyentes (Repecos), el régimen de incorporación fiscal (RIF) e incentivos fiscales., de 29 de Abril de 2015

Que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, a cargo del diputado Juan Bueno Torio, del Grupo Parlamentario del PAN

El que suscribe, Juan Bueno Torio, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXII Legislatura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en uso de las facultades que confieren la fracción II del artículo 71 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y los artículos 6, numeral 1, fracción I, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración de esta asamblea la presente iniciativa con proyecto de decreto por el que se adiciona la sección II Bis a la Ley del Impuesto sobre la Renta, en materia del régimen de pequeños contribuyentes (Repeco), el régimen de incorporación fiscal (RIF) e incentivos fiscales, al tenor de la siguiente Exposición de Motivos

Desde que la Cámara de Diputados aprobó en 2013 la reforma fiscal propuesta por el gobierno federal, el Partido Acción Nacional ha trabajado de manera decidida desde el Congreso con objeto de revertir los efectos lesivos que ha generado esta reforma a lo largo de casi dos años de su aplicación.

En la elaboración de la miscelánea fiscal, el gobierno federal puso oídos sordos a las demandas que realizaron diversos grupos empresariales sobre los temas que ésta contenía.

Las cámaras empresariales y los partidos políticos en su momento hicimos un llamado a tiempo al gobierno para que reconsiderara su posición y reconociera que la miscelánea fiscal tendría efectos nocivos en el sector productivo del país.

Así ello, señalamos el efecto que tendría en las economías de las regiones fronterizas el incremento de la tasa del IVA de 11 a 16 por ciento, la baja inversión que generaría la eliminación de la deducibilidad inmediata al 100 por ciento de activos fijos, el incremento de la tasa del ISR a personas morales, la afectación a los ingresos de los trabajadores por la limitación de la deducibilidad de las personas físicas y el alto grado de informalidad que se observaría con la sustitución de los Repecos por el RIF, por citar solamente algunos cambios.

En suma, planteamos el voto en contra del proyecto del gobierno federal porque el país necesitaba una reforma fiscal promotora de la inversión y la competitividad, que no castigara la actividad productiva, con un esquema donde todos contribuyeran y un sistema de coordinación fiscal justo y equitativo en materia de participaciones.

Los efectos negativos de la miscelánea fiscal, han llegado pronto para desgracia de la economía de nuestro país y precisamente uno de los sectores con mayores afectaciones ha sido el de los pequeños contribuyentes, que agrupa a más de 9 millones de pequeños comercios y millones de familias mexicanas que dependen de dicha actividad.

El principal problema a que se han enfrentado los pequeños comerciantes con el cambio de la Ley del Impuesto sobre la Renta (ISR) radica en el hecho de que de forma automática y contra su voluntad, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) manda al RIF a todos los Repecos que ya estaban registrados en el SAT y que pagaban impuestos sin tantas restricciones.

Además, el RIF plantea la necesidad de que los contribuyentes registren su contabilidad a través de softwares especializados (contabilidad electrónica), que presenten declaraciones electrónicas y que algunos gastos sean pagados con cheques o transferencias electrónicas por citar algunos.

Es decir, de “tinta y plumazo” el gobierno federal borró el régimen de Repeco asumiendo su inexistencia y que el paso de un régimen a otro, traería beneficios fiscales a todos los actores más allá de las complicaciones que pudieran existir.

Nada más alejado de la realidad si consideramos la actual presión fiscal bajo el cual tributan millones de pequeños comerciantes que en su mayoría desconoce los cambios que generó la reforma y que en consecuencia, complicando su contabilidad, limitando el pago de impuestos y generando una gran cantidad de amparos que les genera un gasto adicional y reduce la recaudación de impuestos.

Por otro lado, dado el planteamiento que se hizo en la reforma, es posible que terminen, en el mejor de los casos, siendo esclavos fiscales como muchos otros contribuyentes, o en su defecto, lo normal sería que opten por incorporarse a la economía informal lo que resulta contrario al planteamiento que hizo el gobierno federal de ampliar la base de contribuyentes y disminuir la informalidad.

La reforma fiscal obliga a las tienditas de abarrotes, a las pequeñas...

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