Iniciativa parlamentaria que expide la Ley Federal para el Fortalecimiento de la Marina Mercante y de la Industria Naval Mexicanas., de 9 de Abril de 2015

Que expide la Ley Federal para el Fortalecimiento de la Marina Mercante y de la Industria Naval Mexicanas, a cargo del diputado Arnoldo Ochoa González, del Grupo Parlamentario del PRI

El suscrito, Arnoldo Ochoa González, diputado federal de la LXII Legislatura del Congreso de la Unión, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como en los artículos 6o., fracción I, 77 y 78 del Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a la consideración del pleno de esta honorable asamblea la siguiente iniciativa, con proyecto de decreto, que expide la Ley Federal para el Fortalecimiento de la Marina Mercante y de la Industria Naval Mexicanas, en base a la siguiente Exposición de Motivos

México enfrenta el reto de incrementar su productividad, crecer y ser competitivo en la economía mundial. Estamos ante el reto de crear los medios y las formas para que las actividades económicas sean más dinámicas e innovadoras y se consoliden para ofrecer a los mexicanos los empleos y los ingresos que necesitamos.

La economía y los mercados internacionales ofrecen grandes oportunidades, pero también establecen importantes retos de competitividad para la economía nacional. Insumos y productos se ofertan y se adquieren en condiciones de fuerte competencia en el mercado internacional. Las cadenas de aprovisionamiento logístico más exitosas y las que generan mayor valor, son aquellas que tienen eslabones de abasto, productivos y de distribución más eficientes.

En la economía globalizada el transporte por mar y las actividades vinculadas a él desempeñan un factor fundamental de competitividad y crecimiento, ya que más de 90 por ciento de los volúmenes del comercio internacional se transportan por vía marítima. El transporte marítimo ha impulsado el incremento y la diversificación de la producción y el comercio mediante una compleja red de servicios que cubre las economías y áreas más distantes, acentuando la competencia y posibilitando que los insumos y los productos se obtengan y coloquen en mercados más amplios, en menores tiempos y con costos más bajos.

Tanto el transporte marítimo como la construcción naval son sectores estratégicos para un país, por su papel en el comercio internacional, por la derrama económica de sus actividades y su uso intensivo de capital humano especializado. Ello ha motivado que en un gran número de países de Asia, Europa y América existan, desde hace varias décadas en muchos casos, esquemas de apoyo a las industrias del transporte marítimo y de la construcción naval para apoyar el desarrollo económico y el incremento de sus exportaciones. Asimismo, los registros de buques denominados banderas de conveniencia, que operan en países como Panamá, Liberia y Bahamas, entre otros, ofrecen importantes ventajas en costos y regulaciones a las líneas navieras y a los barcos, lo que ha llevado a que otros países apliquen políticas que buscan compensar las desventajas que conllevan para sus industrias naviera y naval.

México ha realizado y realiza importantes esfuerzos para responder a los retos de competitividad y crecimiento que enfrenta en el contexto de una economía y comercio mundiales globalizados, caracterizado por un acelerado cambio tecnológico y fuerte competencia en prácticamente todas los sectores e industrias de la economía. La apertura comercial y el amplio número de acuerdos comerciales celebrados han impulsado el crecimiento de las exportaciones e importaciones, lo que ha redundado en una mayor demanda de transporte por mar y de infraestructura y servicios portuarios.

En cuanto al transporte por mar, en México existe una oferta suficiente y competitiva para atender el dinamismo de nuestro comercio exterior, aunque con servicios de las líneas navieras internacionales y una prácticamente nula participación de las navieras mexicanas, las cuales operan en tráficos de cabotaje y servicios costa afuera. En materia de puertos, se han logrado avances sustantivos en infraestructura básica, terminales especializadas y procesos, con lo cual el aparato productivo, los exportadores, importadores y distribuidores nacionales y regionales disponen de una oferta creciente y más eficiente.

La economía mexicana y su comercio están creciendo y se prevé que ese crecimiento sea mayor en los próximos años. En este entorno, los volúmenes de productos transportados son y serán cada vez mayores.

El crecimiento de nuestro comercio exterior, del comercio marítimo internacional y el tamaño y dinamismo de la industria de transporte marítimo internacional y de la naval ofrecen la oportunidad de impulsar el desarrollo de la marina mercante y la industria naval de nuestro país. El fortalecimiento de las industrias de la marina mercante y naval proporcionará importantes beneficios económicos y sociales.

El transporte por mar es el medio de transporte más económico, dada su capacidad para mover importantes volúmenes de mercancías a grandes distancias con bajos costos, es, además, una industria intensiva en capital que, por su naturaleza, tiene la capacidad de moverse a diferentes países y, en su caso, hacer efectivo en forma casi inmediata su valor de mercado, prácticamente, en cualquier parte del mundo. Es el medio de transporte que menos emisiones contaminantes produce por tonelada/kilómetro transportado y que permite la adopción de tecnologías de punta y fuentes de energía eficientes amigables con el medio ambiente.

En nuestro país, el transporte marítimo es un importante apoyo para el comercio exterior y se pretende que lo sea, igualmente, para el comercio nacional. Su actividad se extiende por todo el territorio del país, generando valor económico por la derrama que trae consigo el consumo de bienes y servicios relativos a su operación, el personal a bordo, en tierra y de mantenimiento, generando así una mayor riqueza.

La marina mercante representa una actividad muy importante para la economía nacional, en la que participan: armadores (propietarios de barcos), operadores (que llevan la gestión comercial de embarcaciones de terceros), prestadores de servicios (administración y operación portuaria, etc.), tripulaciones, personal profesional que desarrolla su trabajo en los barcos (como médicos e ingenieros que no son tripulantes), astilleros, varaderos, talleres navales, patios de construcción, escuelas náuticas y centros de capacitación.

Actualmente, se cuenta con una importante flota mercante en navegación de cabotaje, que opera preponderante en la sonda de Campeche, en los trabajos que se realizan en el rubro petrolero, pero se requiere desarrollar, con mayor énfasis, el transporte entre puertos nacionales para establecer rutas comerciales marítimas o las denominadas autopistas del mar. Situación diferente para la navegación de altura o internacional, donde la participación de las navieras y embarcaciones mexicanas para transportar cargas es prácticamente nula.

Por todo lo anterior, es necesario incorporar a la actividad y al transporte marítimos un mayor dinamismo para que contribuya, de forma decisiva, en la productividad de nuestro País, para lo cual debe conjuntarse y alinearse el apoyo del Estado con el esfuerzo del sector, a fin de incrementar el beneficio que aporta la actividad a la sociedad, a nuestra economía y a la productividad.

Se considera conveniente establecer condiciones que impulsen el desarrollo del transporte por mar, de la marina mercante y de la industria naval, las cuales se recogen en el presente proyecto de Ley para el Fortalecimiento de la Marina Mercante y la Industria Naval.

Es propósito de la política pública, el favorecer el desarrollo de la marina mercante y la industria naval mexicanas, mediante la aplicación de incentivos que permita a las navieras nacionales competir, en igualdad de circunstancias, en los mercados internacionales, especialmente, los vinculados al comercio exterior mexicano.

Las acciones que se plantean se ubican dentro de las estrategias de la política marítima portuaria, que contiene el Plan Nacional de Desarrollo, específicamente en incentivar el relanzamiento de la marina mercante mexicana y el fomento del cabotaje.

El nuevo marco legal que se propone para lograr los propósitos anteriormente señalados será de orden público e interés social, y su objeto está dirigido a impulsar al crecimiento de la marina mercante de México, para que se logre su adecuada participación en la transportación marítima de nuestro comercio exterior, y en el cabotaje, y que fomente la industria naval.

Para impulsar el transporte marítimo de altura, una medida trascedente que se propone es que las cargas de importación o exportación que sean propiedad de entidades gubernamentales, o paraestatales, deban transportarse, en igualdad de condiciones, preferentemente en embarcaciones de bandera mexicana, excepto cuando no exista capacidad de la flota nacional, comprobada por la autoridad.

Se establece el derecho de las empresas navieras nacionales y a los astilleros a recibir los beneficios fiscales que para su industria contengan las leyes específicas.

Además, en cabotaje, se prevé que las empresas navieras creen sistemas electrónicos de control para las mercancías transportadas, acordes con los operados por aduanas, medida que agilizará, en los puertos, el tránsito de las mercancías y hará que sea más eficiente y competitivo este modo de transporte, lo que incentivaría la operación de rutas marítimas entre puertos nacionales.

Además de establecer beneficios en materia de transporte marítimo para las embarcaciones mexicanas, empresas...

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