Incuban desde Piso 16 caminos profesionales
| Autor | Israel Sánchez |
En el arte y la cultura, para nadie es un secreto que la precariedad es grande; "terrorífica", califica la gestora Julieta Giménez Cacho.
Una que pareciera germinar en medio del conflicto que encaran los propios creadores, usualmente ajenos al interés de montar un negocio pero incapaces de eludir una cuestión básica: ¿De qué vas a vivir?
Intentar hallar soluciones a tan complejo reto es la labor de Piso 16, Laboratorio de Iniciativas Culturales de la UNAM, que ofrece un programa de acompañamiento para la profesionalización de artistas, gestores culturales y comunicólogos, brindándoles herramientas para planear iniciativas viables, pertinentes y, sobre todo, económicamente sostenibles.
"No hay milagros, no hay reglas fijas, no hay formas específicas para hacer las cosas. Cada uno tiene que buscarse la manera; son muy distintos unos (creadores) de otros y no se puede hacer un trabajo determinando: 'Si tú le haces así, vas a conseguir esto' (...) No hay fórmulas preestablecidas, pero para nada", remarca en entrevista Giménez Cacho, directora de Piso 16, programa de la Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM que acaba de cumplir su primer lustro de trabajo, tiempo en que han impulsado 51 iniciativas culturales y apoyado a 107 agentes.
No se trata, precisa la gestora -responsable de Piso 16 junto a Nicol Figueroa y Antonio Lezama-, de ofrecer apoyo para la realización de un proyecto específico al término de un periodo acordado, cual el extinto Fonca o cualquier otro programa público o privado.
"Aquí están los chavos para trabajar en su profesionalización a largo plazo, y para que (sus iniciativas) sean económicamente sostenibles. Están 10 meses pensando en cómo demonios le van a hacer, cómo será eso posible. Y para cada uno es diferente", detalla Giménez Cacho, invitada a dirigir el programa por el anterior coordinador de Difusión Cultural, Jorge Volpi.
"Contamos con un programa de talleres y tenemos para cada uno (de los jóvenes) un mentor", continúa, "una persona que los pueda guiar en conseguir esta profesionalización y que pueda ayudarles a ir viendo cómo las herramientas que van adquiriendo en los talleres puedan serles útiles".
Alrededor de 50 colaboradores, entre mentores, talleristas y quienes ofrecen charlas y conferencias, contribuyen cada año al programa de Piso 16 -nombrado así por operar desde el piso 16 de la Torre UNAM en Tlatelolco-, cuyo presupuesto permite acompañar 10 iniciativas en cada edición, aunque desde hace tres...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba