Ifigenia: 'La Corregidora'
| Autor | Martha Martínez |
Foto Iván Serna
Ifigenia Martínez se dice retirada de la política y la academia, pero asegura que seguirá trabajando por la reunificación de las izquierdas. Considerada por Porfirio Muñoz Ledo como "la Corregidora del México contemporáneo", la economista planea que su casa sea el escenario para construir ese frente común de cara al 2018. La idea no es descabellada. En esa casa se construyó la Corriente Democrática del PRI, se decidió la primera candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas y nació el Partido de la Revolución Democrática.
MUJER DE IZQUIERDA
Ifigenia Martínez entra a la biblioteca de su casa, en el barrio de Santa Catarina, en Coyoacán. En el lugar hay fotografías de ella con Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas, sus compañeros de rupturas y fundaciones; pero también con Andrés Manuel López Obrador, Juan Ramón de la Fuente, Beatriz Paredes y el ex presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
La biblioteca es reflejo de su obra y pensamiento. Mujer de izquierda, crítica del neoliberalismo, profundamente nacionalista, "la maestra" Ifigenia es una figura indiscutible de transición política.
En las paredes hay imágenes de Benito Juárez, Emiliano Zapata, Miguel Hidalgo y Lázaro Cárdenas, compartiendo espacio con libros sobre la Revolución Mexicana, derecho indígena, relaciones comerciales, industria petrolera y ejemplares de la Revista Mexicana de Sociología.
Vestida con un traje verde y su característica mascada en el cuello, camina apoyada del brazo de su nieto Rodrigo, el único que, como ella, siguió el camino de la política. Sus pasos son lentos y ya no porta los tacones con los que llegaba partiendo plaza a la Escuela Nacional de Economía en los 50 y 60, cuando daba clases de Finanzas Públicas; pero sigue haciéndose peinados con volumen, pintándose los labios y las uñas de color rojo y despidiendo un olor a perfume al caminar.
Sentada junto al piano que, dice, ya olvidó cómo tocar, reflexiona: "a mí ya no me toca, ahora les toca a ustedes; sí pesa sobre mí un sentido de calendario, yo sí tengo la impresión de que tengo una edad en la que mi horizonte es pequeño".
En más de 60 años de carrera como economista y política, Ifigenia Martínez ha sido académica, funcionaria de gobierno, diplomática y legisladora, pero también la primera mujer en muchas cosas.
Fue la primera mexicana en estudiar un posgrado en Harvard, la primera directora de la Escuela Nacional de Economía, la primera senadora de oposición electa por el Distrito Federal, la primera economista de México y América Latina que escribió sobre la distribución del ingreso y la primera mujer de izquierda en tomar protesta a los diputados entrantes de la LXI Legislatura.
Pero también hay cosas que no fue. No se convirtió en la primera secretaria de Hacienda, desde donde le habría gustado impulsar una reforma fiscal "de a de veras", y tampoco la invitaron a dirigir la Secretaría de Agricultura, "para modernizar el sistema de producción agrícola".
Aunque no lo enumera entre las cosas que no fue, tampoco pudo lo que Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas: presidir el partido político que ayudó a fundar en 1989, el PRD.
En 1999, fue secretaria general del partido, durante el interinato de Pablo Gómez, quien sustituyó a Andrés Manuel López Obrador. En septiembre de ese mismo año, Nueva República, la corriente encabezada por Muñoz Ledo cuando aún formaba parte del sol azteca, la postuló como candidata a la presidencia nacional del partido; finalmente, la elección interna la ganó Amalia García.
Quienes la conocen, la definen como una mujer brillante, solidaria y "antigrillas". Y resaltan que, en un país en donde la clase política enfrenta el desprestigio como resultado de la corrupción y el abuso, una de las virtudes más notables de ella es la congruencia.
Saúl Escobar, economista que ha acompañado a la maestra en el desarrollo de muchas de las propuestas económicas más importantes del PRD, destaca que el mejor ejemplo de congruencia de Martínez es que renunció al PRI, a pesar de que dicho partido le ofreció la opción real de convertirse en una tecnócrata de los gobiernos emanados de sus filas.
"No fue una tecnócrata, pudo haberlo sido, pero no lo fue, tenía mucha sensibilidad, siempre ha tenido mucha sensibilidad frente a la problemática social, y creo que la sensibilidad que tuvo para advertir los problemas del país y su militancia política hablan de una congruencia muy importante", sostiene.
ECONOMISTA
Ifigenia Martínez nació el 16 de junio de 1925 en la Ciudad de...
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