El idealismo alemán

AutorRubén Pacheco Inclán
Cargo del AutorEgresado por la UNITEC como Licenciado en Derecho
Páginas90-91
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LECCIONES DE ÉTICA. Conociendo el proceso histórico
Una feliz coincidencia de múltiples movimientos espirituales ha producido
Alemania: hacia nes del siglo XVIII y principios del XIX, un orecimien-
to de la losofía sólo comparable, en la historia del pensamiento europeo,
al sorprendente desarrollo de la losofía griega que va de Sócrates a Aristóteles. Du-
rante un lapso de cuatro decenios (1780-1810) ha creado el espíritu alemán, en un
poderoso desarrollo tan grande en extensión como en profundidad, una muchedum-
bre de sistemas de la concepción losóca del mundo, de gran estilo y de enverga-
dura universal.
Cuando Alemania sucumbía políticamente exhausta, daba a luz los poetas y los
pensadores que habían de señorear el mundo. Esta fuerza avasalladora tenía su fuen-
te en la alianza de losofía y poesía. El singular sincronismo de Kant y Goethe así
como la vinculación de sus ideas, llevada a cabo por Schiller, he aquí los rasgos más
importantes de aquel tiempo. Gracias a esta comunidad del más renado trabajo
cultural, en el que literatura y losofía recíprocamente se impulsaban hacia las más
brillantes producciones, adquiría de nuevo el pueblo alemán el rango de una nación
losóca.
La historia de la losofía, en efecto, se vincula del modo más íntimo, en esta
época, a la historia de la literatura general, las relaciones y estímulos recíprocos se
suceden a cada paso de su evolución. Esto se pone de maniesto, sobre todo, en la
creciente y decisiva importancia que correspondió en esta conexión a las ideas y pro-
blemas estéticos. Formal y materialmente se colocan en primer plano los principios
de la estética losóca y los motivos del pensamiento cientíco se enlazan con los de
la intuición artística, para crear poemas universales de gran estilo conceptual.
El singular encanto que ejerció sobre la losofía la producción literaria reposa-
ba fundamentalmente en la universalidad histórica. Con Herder y Goethe, se inicia
aquello que desde entonces llamamos la literatura universal: la consciente creación
de una obra propia, echando mano de todas las grandes producciones históricas del
pensamiento humano.
Como portadora de esta tarea aparece en Alemania la escuela romántica y en
analogía con ello se desenvuelve también la losofía, estimulada por una muchedum-
bre de hechos históricos; va de nuevo con penetrante mirada a las ideas de la anti-
güedad y del renacimiento; se sumerge, llena de comprensión, en aquella secuela de
pensamientos que el Iluminismo había alejado de sí, y termina en Hegel, deniéndo-
se a sí misma como la síntesis modeladora y sistemáticamente reexiva de todo aque-
llo que el espíritu humano había pensado hasta entonces.
Para esta enorme tarea fue necesario un nuevo fundamento conceptual, sin que
aquellos impulsos de la literatura universal hubieran permanecido inecaces. Seme-
jante energía losóca, capaz de dominar tales estructuras históricas, se hallaba en la

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