Humanismo y Manipulación del Hombre

AutorFrancisco Villalobos Casamadrid
Páginas1-25
Introducción

Siempre he estado convencido de que a la filosofía le corresponde preguntar, cuestionar, inquietar, mucho más que contestar, resolver problemas o tranquilizar. Ya Sócrates se consideraba a sí mismo como un tábano que no dejaba en paz a nadie1.

Con estas líneas pretendo invitar a los lectores a reflexionar sobre el humanismo y su relación con la manipulación del hombre.

La idea surgió de mi inquietud ante los acontecimientos de los últimos meses (11 de septiembre, guerra de Afganistán, guerra en el medio oriente, hambruna en África, problemas con los alimentos transgénicos, debate sobre la clonación humana, etc.). Todo ello nos hace pensar si realmente el ser humano tiene futuro, si podemos volver la vista a algún movimiento o filosofía que pueda sacarnos del caos y se convierta al menos en una lucecita que brille al final del túnel en que parece estamos metidos en estos principios del siglo XXI. Por convicción personal creo que nos será muy útil aferrarnos a la tradición humanista y a la luz de su experiencia más que milenaria tratar de encontrar senderos que nos puedan llevar hacia un mundo menos caótico que aquel en que nos está tocando vivir.Page 1

¿Pero es legítimo esperar eso del humanismo? ¿O es por lo menos posible dada la historia y la realidad contemporánea del humanismo?

Parece que no. Y así lo atestigua, por ejemplo, Peter Sloterdijk, filósofo alemán contemporáneo, famoso por su obra Crítica de la razón cínica, quien sostuvo en 1999 una conferencia titulada "Normas para el parque humano (Una respuesta a la Carta sobre el Humanismo de Heidegger)". Esa conferencia tuvo gran eco en los medios de comunicación alemanes y dio origen a un debate que llegó a ser considerado como un verdadero escándalo con su respectiva cronología2.

¿A qué se debió el escándalo? Desde luego a su declaración acerca del fracaso del humanismo como utopía de la domesticación humana mediante la lectura, que ya no puede competir con las modernas técnicas de agitación y desinhibición de las masas, pero también del supuesto flirteo con el vocabulario nazi y con las peligrosas fantasías de Nietzsche acerca del superhombre, así como con las ideas de Platón sobre el Estado como parque zoológico humano, donde una elite de sabios planifica la vida de los hombres como si de una empresa se tratara.

Sloterdijk se enfrenta de forma optimista y valiente a la nueva realidad biotecnológica y propone a la filosofía la urgente tarea que de ella se deriva: repensar la esencia de lo humano más allá de los corsés impuestos por la, según él, caduca cultura humanística. Pero va más allá todavía y parece defender la libertad absoluta en la experimentación genética.Page 2

La argumentación fundamental de Sloterdijk en esa conferencia3puede expresarse en algunos pocos párrafos que me voy a permitir citar extensamente:

    a) "Los libros son voluminosas cartas para los amigos."

    b) "Humanismo es telecomunicación fundadora de amistades que se realiza en medio del lenguaje escrito."

    c) "Así pues, el fantasma comunitario que está en la base de todos los humanismos podría remontarse al modelo de una sociedad literaria cuyos miembros descubren por medio de lecturas canónicas su común devoción hacia los remitentes que les inspiran. En el núcleo del humanismo así entendido descubrimos una fantasía sectaria o de club: el sueño de una solidaridad predestinada entre aquellos pocos elegidos que saben leer".

    d) "Quien hoy pregunta por el futuro de la humanidad y de los medios de humanización, lo que en el fondo quiere saber es si sigue habiendo esperanzas de tomar bajo control las actuales tendencias asilvestradoras del hombre. En este punto es decisivo el inquietante hecho de que tales retornos al estado salvaje, hoy como siempre, acostumbren a desencadenarse en situaciones de alto desarrollo del poder, bien sea directamente como atrocidad imperialista o bélica, bien como embrutecimiento cotidiano de los hombres en los medios destinados a la diversión desinhibida".
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    e) "Heidegger equipara los tres principales medios terapéuticos de los que se echa mano en la crisis europea de 1945, a saber. el cristianismo, el marxismo y el existencialismo, caracterizándolos como tres meras variantes del humanismo que sólo se diferencian en su estructura superficial; o bien, hablando más clara y directamente, como tres modos y maneras de eludir la radicalidad ultima de la pregunta por la esencia del hombre".

    f) "Al humanismo (en su forma antigua, en la cristiana o en la ilustrada) se le certifica como el agente de un no-pensar bimilenario; se le reprocha haber obstruido, con sus rápidas interpretaciones, aparentemente obvias e irrefutables de la esencia humana, la salida a la luz de la auténtica pregunta por la esencia del hombre".

    g) "Con la tesis del hombre como criador del hombre estalla por los aires el horizonte humanista, en tanto que el humanismo no puede ni le es lícito pensar nunca más allá de la pregunta por la domesticación y la educación: el humanista deja primero que le den al hombre para después aplicarle sus métodos domesticadores, adiestradores, educadores, convencido como está de la necesaria relación entre leer, estar sentado y apaciguarse".

En este artículo no pretendo defender ni criticar esas opiniones de Sloterdijk sino sólo tomarlas como punto de partida para formular algunas preguntas acerca del tema que me he propuesto:

  1. ¿Qué es el humanismo?

  2. ¿Qué entendemos por manipulación del hombre?

  3. ¿Cuáles son los límites aceptables de la manipulación tecnológica del hombre?

  4. ¿Cuál es la postura del humanismo ante esa manipulación?Page 4

  5. ¿Ha sido en realidad el humanismo un sistema manipulador, domesticador del hombre?

  6. ¿Tiene futuro la postura humanista?

I ¿Qué es el humanismo?

El término "humanismo" fue usado por primera vez, en alemán, por el maestro y educador bávaro F.J. Niethammer, entendiendo por ello "la tendencia a destacar la importancia de las lenguas o de los autores "clásicos" (latinos y griegos).

"Humanista" se usó en Italia desde el siglo XV para referirse a los maestros de las llamadas "humanidades", es decir a los que se dedicaban a los studia humanitatis (un ciclo claramente definido de disciplinas intelectuales: a saber, la gramática, la retórica, la historia, la poesía y la filosofía moral). Estudios que todavía en el siglo XX se les ha llamado "de humanidades". En ese sentido se dice que el término humanismo se aplica al movimiento surgido en Italia hacia fines del siglo XIV y prontamente extendido a otros países durante los siglos XV y XVI. Se puede decir que se trató de un "ciceronismo" en cuanto consistió en gran parte en un estudio e imitación del estilo literario y la forma de pensar de Cicerón.

La contribución de los humanistas del Renacimiento consistió en aportar la firme creencia de que, para escribir y hablar bien, era necesario estudiar e imitar a los antiguos. Los humanistas introdujeron el griego en los planes de estudio de casi todas las universidades europeas y tradujeron gradualmente al latín casi toda la literatura griega entonces conocida.

Para la cultura del humanismo, imitar a los antiguos significa sobre todo educar a los hombres nuevos como lo hacían los antiguos, cultivando las "virtudes" que ellos habían demostrado poseer en sumo grado y quePage 5habían expresado en la vida civil. Sólo con hombres así formados habría sido posible renovar verdaderamente la sociedad humana.

Toda la literatura del humanismo se concentra en exaltar al hombre y reafirmar su dignidad en oposición a la desvalorización operada por el Medioevo cristiano. No obstante la diversidad de los temas, todos apuntan a un objetivo común: recobrar la fe en la creatividad del hombre, en su capacidad de transformar el mundo y construir su propio destino.

El mérito histórico principal del Siglo de las Luces, al igual que el del Renacimiento, consiste en la renovación del humanismo como ideología social, modo de vida y base ética. Todo esto tiene un significado imperecedero para la civilización universal.

Los philosophes dieciochescos -por nombrar solamente a los más conocidos, Voltaire, Montesquieu, Diderot, Rousseau, Gibbon y Bentham, Hume y Adam Smith, Franklin y Jefferson, Lessing y Kant-, como sus precursores del Renacimiento siempre entregados a controversias y discusiones, eran susceptibles, pero como los miembros de una familia, símil muy de su gusto, siempre estaban dispuestos a unirse en apoyo y defensa de lo que todos tenían en común: un ideario de humanitarismo, secularismo, cosmopolitismo, el derecho a cuestionar y criticar, libres de toda amenaza de interferencia arbitraria de la Iglesia o del estado"4.

Durante el siglo XIX, la experiencia industrial tuvo un efecto muy profundo en la tradición humanista. Por primera vez en la historia se producía una confrontación entre una concepción elaborada por minorías cultas y la perspectiva de una sociedad de masas, cuyo desarrollo estimulaban con una mezcla de atracción y repulsión. En el curso de los cienPage 6años que terminaron en 1914, se establecieron en todo el mundo occidental instituciones políticas representativas, derechos individuales y políticos, igualdad ante la ley -aunque todavía no para las mujeres- libertad de opinión y de prensa.

El aspecto positivista del siglo XIX es una fase importante en el desarrollo histórico de la tradición humanista y el origen de esa versión del humanismo que hoy conocemos como humanismo secular o humanismo científico.

Pero hubo otras versiones que tenían una concepción distinta del siglo XIX y de la expansión de la sociedad industrial...

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