Houston tenemos problemas

AutorEmilia Martínez

El mensaje del doctor Joseph Varon a la comunidad de Houston en los primeros días de mayo fue contundente: "No vayan a visitar a sus mamás el Día de las Madres".

Texas tenía pocos días de haber reabierto -y también pocas semanas de haber cerrado-.

Estados Unidos era aún el epicentro de la pandemia del nuevo coronavirus cuando el Presidente Donald Trump dio las instrucciones de reapertura. El 16 de abril afirmó que el país había pasado el pico de contagios y que la curva había sido aplanada. Entonces tenía 658 mil 236 casos y 32 mil 186 muertes. Hoy suma más de 4 millones de infecciones y supera los 146 mil fallecimientos.

Las protestas civiles exigiendo las reaperturas ya se habían multiplicado por varios estados de la nación. En la mayoría, se veía a personas blancas sin mascarillas, y varias de ellas armadas.

Al día siguiente, Texas se convirtió en el primer estado en anunciar su plan de reactivación económica. Llevaban cuatro semanas de cierre -cinco en el caso de algunos condados como Travis, Dallas y Harris, este último donde se ubica Houston-.

Los restaurantes, cines y centros comerciales abrieron sus puertas el 1 de mayo a una capacidad restringida. Seis días después ocurrió lo mismo para los salones de belleza, barberías y gimnasios. Y para mediados de mes, los bares ya podían recibir a sus primeros clientes.

Las recomendaciones de reapertura del Gobierno federal señalaban que los estados podían avanzar la reac-tivación siempre y cuando registraran dos semanas de contagios en declive.

Texas, sin embargo, siguió reabriendo pese a un aumento de infecciones. A principios de junio, a unos días de que el Gobernador Greg Abbott permitiera a los establecimientos ampliar su capacidad al 75 por ciento, el estado reportaba un incremento semanal de 20 por ciento en los contagios.

Hoy en día, Texas, con más de 360 mil infecciones, es la cuarta entidad más golpeada por la pandemia en Estados Unidos, mientras que Houston, su ciudad más poblada y la cuarta más grande del país, se convirtió en Nueva York.

CIUDAD DESBORDADA

Con 42 instituciones de salud integrando el Texas Medical Center (TMC), Houston es reconocida como un clúster médico. Al año recibe a 18 mil pacientes de distintas partes del mundo que viajan a esta ciudad para ser atendidos por doctores de alto prestigio y en instituciones con tecnología de punta, destaca Rodrigo Montes de Oca Arboleya, investigador en el Centro para los Estados Unidos y México del Baker Institute en la Universidad de Rice.

Con 9 mil 200 camas y más de 106 mil empleados, el TMC realiza al año más de 180 mil cirugías y recibe a 26 mil 280 bebés. Sin embargo, hoy el Covid-19 tiene a esta ciudad y a sus prestigiosos hospitales bajo estrés total.

El promedio de las hospitalizaciones diarias en Houston aumentó 215 por ciento de principios a finales de junio, y 350 por ciento al 5 de julio, cuando registró su promedio más alto. La semana pasada tenía 296 hospitalizaciones por día, un nivel todavía superior al de mediados de junio y cinco veces más alto que cuando Abbott anunció la reapertura. Asimismo, 52 por ciento de sus camas de terapia intensiva para pacientes de Covid-19 se encontraban ocupadas.

El 1 de julio, tras llegar a 100 por ciento de ocupación de sus mil...

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