Fue homicidio imprudencial

El homicidio por disparo de arma de fuego del que fue víctima el farmacéutico Angel Calderón Calderón, durante la noche del domingo, fue imprudencial y no obedeció a una venganza, como se especuló inicialmente.

Fuentes de la Procuraduría de Justicia del DF informaron ayer que la víctima iba acompañada por su sobrino Juan Hernández Calderón, de 23 años de edad, cuando murió a bordo de la camioneta Pick Up con placas de Michoacán MW 13557. Ambos se encontraban en estado de ebriedad.

"Se manejó como un homicidio por venganza, pero todo parece indicar que no fue así. Hace dos semanas, el farmacéutico fue abandonado por su esposa, identificada como Reyna González Martínez. Debido a eso, este señor llevaba casi 24 horas bebiendo antes de que ocurrieran los hechos.

"En medio de la parranda, fue a buscar a su sobrino (Hernández Calderón) a una de las farmacias que tiene. Le ordenó que cerrara el negocio y que lo acompañara a seguir tomando", indicó la fuente.

Cuando los dos parientes estaban ebrios, Calderón Calderón dio una pistola escuadra calibre 38 a su acompañante, y le pidió que fuera con él a balacera a su mujer. Ambos acudieron a la calle cerrada de Pincel, manzana 11, lote 19, en la Colonia Santo Domingo Coyoacán.

"Se metieron en reversa por la calle cerrada y al llegar al domicilio, el farmacéutico tomó otra pistola y empezó a...

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