Homero Aridjis / La muerte de Chapultepec

AutorHomero Aridjis

Como si no hubiese bastantes automóviles en la Ciudad de la Esperanza que ponen en peligro material y ambientalmente la vida de millones de niños, el gobierno del Distrito Federal ha concesionado a una empresa privada de nombre Ciudad Móvil 20 mil metros cuadrados de la 2ª Sección de Chapultepec para construir una Ciudad Vial a fin de que "los niños aprendan a manejar, que conozcan los reglamentos de tránsito desde chiquitos y obtengan clases de teoría y práctica para que obtengan su licencia". Atención: Este es un proyecto del gobierno del Distrito Federal a través de la Secretaría de Seguridad Pública metida a empresaria, taladora y constructora. ¿Por qué Ciudad Móvil no compró para su negocio un terreno en otra parte de la ciudad en lugar de devastar áreas verdes públicas? Entretanto, el Turibús pronto podrá hacer el circuito del populismo, ingresando (o saliendo) por las horrendas estructuras de acero que se han colocado en las entradas principales que dan a Paseo de la Reforma y que ahora sirven para albergar un triste excusado de paga sin jabón y sin agua. Para el desarrollo de la 2ª Sección, de los 374 árboles que había en el polígono concesionado quedarán 264, los 110 restantes se promete que serán repuestos. Quizás, en algún lugar de La Mancha.

En ausencia de Carlos Ahumada serán los empresarios de Ciudad Móvil y el arquitecto Mario Schjetnan los elegidos para la depredación final del bosque de Moctezuma, los virreyes, Maximiliano y Carlota, los presidentes y el pueblo de México. Aunque el propósito de revivir Chapultepec suena bien, las obras de remodelación deberán hacerse bajo la supervisión de historiadores, cronistas y botánicos para que no resulte en otro negocio de funcionarios y arquitectos y en actos de corrupción cuyos esperpentos estarán a la vista de todos. Lo que asombra en esta y otras obras del llamado Plan Maestro, a cargo del evasivo y emprendedor Fedro Guillén, es el autoritarismo del jefe de Gobierno, quien dispone de Chapultepec como si fuera propio. En este caso, ¿adónde están los medios para investigar el Plan Maestro? ¿Dónde está la Manifestación de Impacto Ambiental para realizar esas obras que alterarán definitivamente la fisonomía de lo que queda de este bosque histórico que ya ha sufrido el azote de sucesivos funcionarios rapaces del DDF? Y ¿dónde está el respeto a la ciudadanía? ¿Por qué permitir que una empresa con afanes de lucro haga en el bosque de todos una Ciudad Móvil en nombre de la educación...

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