Entrevista / Manuel Higinio Ramiro Ramos / Retrasan juicios orales

AutorPedro Mellado

·Considera que hay fuerte resistencia para adoptar el nuevo sistema de justicia

·Magistrado desde hace 26 años, es una autoridad reconocida en materia penal

·Exige para el Poder Judicial un presupuesto que le permita ser independiente

El 1 de enero de 1987 llegó al cargo de Magistrado en el Supremo Tribunal de Justicia -del cual fue presidente del 2004 al 2005-, en donde ha permanecido en forma ininterrumpida los últimos 26 años.

Es un referente obligado cuando se habla de derecho penal en Jalisco, pues antes de ser magistrado fue juez y defensor de oficio.

Con toda la autoridad que le da su amplia experiencia, manifiesta preocupación porque considera que hay un evidente atraso en la preparación y capacitación del personal, tanto en los ámbitos de la procuración de justicia, como en el Poder Judicial para llegar con certeza al establecimiento de los juicios orales en Jalisco y en el País, a más tardar en junio del 2016.

Considera urgente la reforma al Código de Procedimientos Penales del Estado de Jalisco en el que deberán establecerse las reglas para los juicios orales. Además de que tendría que crearse una estructura más amplia, en recursos humanos y materiales, para enfrentar el desafío del nuevo sistema de justicia acusatorio y oral.

Reclama para el Poder Judicial un presupuesto Constitucional que le libere de las presiones de los poderes Legislativo -el Congreso de Jalisco- y Ejecutivo -Gobernador del Estado-, y le permita hacer una razonable planeación de corto y mediano plazos, para crecer y atender mejor las exigencias de la sociedad.

Manuel Higinio Ramiro Ramos nació el 9 de junio de 1952 en Magdalena, Jalisco. Hijo de Higinio Ramiro Rodríguez y de Juanita Ramos Rubio, está casado con Mónica Patricia Íñiguez Soto. Es abogado por la Universidad de Guadalajara, generación 1969-1974.

Cambios

¿Qué fue lo que definió su vocación de abogado?

Desde que era niño pensé que podría ser abogado. Estudié en la Preparatoria 4, que primero estaba en Juan Álvarez y Liceo, y después fue trasladada a la Colonia Atlas. En la preparatoria consideré estudiar literatura, pero viendo que los escritores no tenían mucho futuro, decidí volver a mi vocación original por la abogacía.

Sin que hayan sido mis maestros, influyeron en mí Miguel Méndez Ruiz, uno de los mejores penalistas del País, y Roberto Larios Valencia. En el primer año de la carrera tuve como maestros a Carlos González Durán y a Enrique Romero González. Siempre he dicho que mis mejores profesores fueron Manuel Gutiérrez de Velazco y Manuel Rodríguez Lapuente, quien nos dio Teoría del Estado y Derecho Internacional Público.

¿Qué ha cambiado en el derecho penal, de aquella época a la actual?

En el derecho penal han cambiado las formas de investigación policiaca y también la forma como el Ministerio Público obtiene las pruebas. Hasta los años 70 la confesión era la reina de las pruebas y poco importaba lo que hubiera posteriormente...

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