HABLEMOS DE ENERGÍA / El Síndrome Dos Bocas

AutorPaul Alejandro Sánchez

Un síndrome describe un conjunto de síntomas, rasgos o señales sin poderlos vincular a una enfermedad o causa identificable y poco a poco veo que se comienza a distinguir uno en el sector público mexicano encargado del ramo energético que bautizaría como el Síndrome Dos Bocas.

Este síndrome es en realidad muy parecido al Síndrome Dunning-Kruger, caracterizado por un sesgo cognitivo donde algunos sobreestiman sus habilidades y conocimientos porque no tienen la experiencia suficiente para distinguir las diferencias cualitativas y cuantitativas entre un buen desempeño y un mal desempeño.

Cuando se anuncia la construcción de la refinería Dos Bocas, se hace con una idea en mente, se construirá en tres años y con un presupuesto de 8 mil millones de dólares. Así, casi por decreto presidencial y sin ningún estudio de mercado que lo respaldara.

Entonces, la Administración lanzó la invitación a Bechtel, WorleyParsons-Jacobs y KBR, empresas con experiencia en la construcción de refinerías y ninguna de ellas se pudo ceñir a las restricciones de tiempo y costo. Las ofertas económicas, por un lado, se encontraron entre 10 mil y 12 mil millones de dólares y, por otro lado, los programas de trabajo establecieron como fecha de terminación entre 2023 y 2025. Así nació el Síndrome Dos Bocas.

La Administración desestimó lo que las empresas con experiencia técnica en estos proyectos propusieron, consideró el tiempo desproporcionado y los montos exorbitantes por lo que tomó la decisión de hacerlo por sí misma a través de la Secretaría de Energía, que fungiría como Project Manager, y Pemex, quien recibiría la obra.

De esta forma, y con la palabra empeñada, la Administración se comprometió a terminar en tres años, en julio de 2022 y con un costo por debajo de los 8 mil millones de dólares. Para ello se lanzaron seis paquetes de obras los cuales, en inicio, se presentaron con un costo en conjunto de 7 mil y medio millones de dólares.

El tiempo pasó y hoy, a 15 días de su inauguración, como lo anticiparon las empresas expertas, el presupuesto ya ronda los 9 mil millones de dólares y la Administración estima que la refinería iniciará operaciones en 2023. Todo esto, claro está, en el mejor escenario y sin retrasos...

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