Guadalupe Loaeza / Ruido en la Roma

AutorGuadalupe Loaeza

No hay duda, la Ciudad de México es cada vez más ruidosa, ensordecedora y retumbante. Por todos lados escuchamos ruidos de diferente tipo: el tráfico, el claxon tocado indiscriminadamente, los motores de los camiones, el radio a todo volumen que sale de los coches, etcétera, etcétera. De allí que los mexicanos nos hayamos vuelto mucho más gritones que antes. Sin darnos cuenta, el tono de nuestra voz se ha incrementado y todo lo pedimos a gritos: "Joven, joven", les gritamos a los meseros para que nos atiendan. Ellos, rebasados por la gritería de los demás comensales que a gritos platican entre sí o desde su móvil y del ruido que hace la televisión, no oyen. "¡¡¡Jooooven, jooooven!!!", vociferamos de nuevo. Al sentirnos totalmente ignorados, los buscamos, finalmente los encontramos y casi a gritos les pedimos la cuenta. En los salones de belleza, sucede lo mismo y hasta peor. En medio del ruido de las secadoras y del vaivén de señoras que entran y salen del establecimiento, las clientas hablan tan fuerte que hasta los cristales de los ventanales vibran. A gritos le llaman a "Paty", para avisarle que le dejaron su propina en la caja; a gritos le ordenan a la peinadora lo que se harán ese día y a gritos terminan por despedirse de todo el mundo. Entre tanto, las otras clientas conversan con su vecina y a gritos enumeran los nombres de sus nietos, al mismo tiempo que muestran sus fotos desde su celular.

Este fenómeno de la gritería se ha extendido hasta los medios electrónicos. Al dar las noticias, los y las conductores gritan; los entrevistados gritan; los reporteros gritan y muchas veces la publicidad en las televisoras mexicanas se escucha en un tono mucho más elevado que el resto de la programación. Los reporteros de deportes gritan y mucho. Cuando vemos en la pantalla a Enrique Peña Nieto hablar frente a un numeroso público, grita. Los manifestantes braman. Tenemos tanta necesidad de que se nos escuche en medio de tanto ruido, que los tuiteros escriben sus 140 caracteres en mayúsculas."¡¡¡Estáaaaaaaaaaa temblando!!!", chillamos a todo pero todo pulmón. Los mariachis cantan gritando y tocan sus trompetas explosivamente. Como mexicanos no soportamos el silencio y por ello todos gritamos: él grita, tú gritas, vosotros gritáis, ellos y ellas gritan. Entre tanto estruendo, ya no nos molesta el ruido, forma parte de nuestra vida diaria.

¿A qué viene todo lo anterior? Hace dos semanas, los vecinos de la plaza Río de Janeiro (en la cual hace 3...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR