Gobierno de coalición o regresión autoritaria

AutorJorge Carrasco Araizaga

Las instituciones en México están colapsadas. Ya no responden a las exigencias de la sociedad ni cumplen las funciones del Estado. No hay alternativa: o se gobierna en coalición o el país regresa al autoritarismo.

El constitucionalista Diego Valadés Ríos hace la advertencia y asegura que aun con sus bajos niveles de aceptación, sin precedente para un presidente de México en tiempos recientes, Enrique Peña Nieto podría adelantarse a la reforma constitucional prevista para 2018 y formar un gobierno de coalición.

Si en verdad busca la unidad del país como lo ha hecho en sus llamados ante el impacto social y económico por el aumento a la gasolina, podría adelantar la entrada en vigor de la reforma, así como adelantó la liberalización del precio de los combustibles, dice en entrevista con Proceso.

Doctor en derecho, especializado en presidencialismo mexicano, Valadés se ha dedicado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM al estudio del ejercicio de poder político en México desde la perspectiva constitucional y de los sistemas de representación.

Sus investigaciones también sobre los sistemas constitucionales de América Latina, España y Portugal le valieron para ocupar la presidencia del Instituto Iberoamericano de Derecho Constitucional, además de que en México es miembro de El Colegio Nacional y de la Academia Mexicana de la Lengua, entre otras organizaciones académicas nacionales y extranjeras.

Valadés habla también desde su experiencia como ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como diputado federal, procurador general de la República y embajador en Guatemala durante los gobiernos del PRI del siglo pasado, en el sistema que él define como de partido hegemónico.

Incapacidad institucional

Concentrado en la academia desde que en 2006 dejó la dirección del IIJ, Valadés, de 71 años, asegura que el momento político que vive México es muy complejo, pues se conjugan la desconfianza, el desconcierto y una profunda irritación, "que se potencian recíprocamente porque las instituciones constitucionales están llegando a un punto cercano al colapso".

-¿De plano al punto de colapso?

-Hay colapso cuando las respuestas institucionales son insuficientes para atender las exigencias y satisfacer las expectativas de la sociedad y para cumplir con los propósitos y funciones del Estado.

"Cuando la sociedad advierte que las instituciones están fallando de una manera crítica, como es el caso de México, comienzan a darse expresiones generalizadas de desinstitucionalización y de des-constitucionalización, desde los dos polos del poder: de quienes son los titulares de la responsabilidad de aplicar la norma y de quienes son responsables de cumplirla. Gobernantes y gobernados están convergiendo en un proceso de dilución del aparato institucional, aunque no hemos llegado todavía a una situación explosiva, en la que ya no hay referentes de poder.

Fundamenta su argumento: en su más reciente encuesta sobre Cultura Constitucional del IIJ, sólo 20% de los mexicanos considera que la Constitución es funcional para las necesidades del país; 60% dice abiertamente que no; 16% no sabe.

Valadés asegura que los saqueos de la primera semana del año, al margen de quienes los provocaron, fueron una expresión de esa incapacidad...

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