La crisis galvaniza a la clase media argentina, convirtiéndola al activismo político

AutorJonathan Karp y Michelle Wallin

Redactores de The Wall Street Journal

BUENOS AIRES - Las protestas espontáneas ayudaron a derrocar en diciembre al gobierno electo en Argentina, pero ahora la población de clase media se está organizando, en un intento sin precedentes de reivindicar un lugar en la vida pública del país.

Tras los cacerolazos, que se llevan a cabo casi a diario, miles de profesionales argentinos, antes pasivos, se están movilizando a través de campañas de correo electrónico y nuevas páginas en Internet.

En todo Buenos Aires han brotado docenas de asambleas vecinales que se reúnen cada semana en las calles o parques para tratar temas de interés local o nacional. Este tipo de comités son clave para mantener la presión sobre el asediado presidente Eduardo Duhalde, pero también ofrecen nuevos espacios para la participación cívica de los argentinos, distanciados del gobierno y también entre ellos.

"Nunca he visto a una comunidad acercarse de esta manera", dice Roman Mazzilli, un psicólogo de 46 años que hasta hace poco no conocía ni hablaba con sus vecinos en el barrio bonaerense de Colegiales. Ahora, saluda efusivamente a sus nuevos amigos en la calle y se queda media noche despierto enviando mensajes de correo electrónico, navegando por la Web en busca de ideas y organizando eventos para su creciente consejo vecinal.

La próxima chispa que desate nuevas protestas podría encenderse mañana, cuando el gobierno revele su plan de estabilización económica, en especial si, como lo prometieron Duhalde y su equipo, se adoptan las medidas de austeridad exigidas por Estados Unidos y el Fondo Monetario Internacional (FMI). El gobierno clarificará cómo piensa descongelar las cuentas bancarias sin provocar un desplome bancario, estimular la economía y generar empleos, temas que ya han incitado protestas callejeras. Los argentinos se avalanzaron sobre los bancos y los cambiadores de divisas el jueves, desesperados por comprar dólares antes de que las autoridades dejen que el peso, que hasta hace poco mantuvo una paridad fija con el dólar, flote libremente y pierda aún más valor.

Hasta ahora, los grupos de protesta argentinos han estado fragmentados por opiniones políticas e intereses específicos, y es demasiado pronto para decir si estos foros, como los consejos vecinales, pueden producir un movimiento no ideológico de reforma. "El reto de la clase media argentina es canalizar la ira y la energía en un proceso institucional constructivo", dice Miguel Díaz, director del programa...

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