Roberto Gómez Junco / Contratar para apantallar

AutorRoberto Gómez Junco

Desde siempre, el problema primordial del futbol mexicano ha sido la improvisación a niveles directivos.

Porque a diferencia de lo que sucede con los futbolistas, entre los que semana a semana se produce la "selección natural", la "supervivencia de los más aptos", entre dirigentes cualquiera puede llegar incluso a presidente de un equipo sin ostentar mayor mérito que el de ser amigo del dueño del juguete... o tener el suficiente dinero para comprarlo.

Para llegar a dirigente, a veces hasta parecería requisito indispensable no saber de futbol, aunque afortunadamente dicha tendencia ha ido disminuyendo en los tiempos recientes.

Pero a esa tradicional incapacidad de los dirigentes, que entre otras cosas les impide entender y aplicar el más elemental concepto de CONTINUIDAD en el proceso de conformación y consolidación de los respectivos planteles, de cara a cada torneo hay que añadirle la voracidad de algunos de ellos, plenamente conscientes de la importancia de "revolver el río" para así incrementar su "ganancia de pescadores".

Unida a la incapacidad de la mayoría, la deshonestidad de unos cuantos...

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