Froylán M. López Narváez / Berenjenales
| Autor | Froylán M. López Narváez |
Por sus declaraciones abiertas, documentadas, sin las alteraciones, manipulaciones, que se ejercieron sobre los videos que le infaman, René Bejarano se hunde en el descrédito crecientemente y su apología resulta, más bien, autoincriminación por las contradicciones, desmentidos frontales, que le recusan y le incriminan. Ahora no es sólo imputado de los delitos que le incoaron, y que han sido instaurados judicialmente, sino que ahora encara denuncias por difamaciones.
Bejarano exhibió y entregó copias presuntamente documentales y fidedignas -conocedores de papeles de manejo de cuentas las estimaron falsas, inmediatamente; además de que en los escritos se hacen transferencias inusuales, incomprensibles, a la par que se dan nombres inexactos- con los cuales quiere divulgar ingresos y erogaciones que no se justifican. Y que según él harían saber de los nexos financieros indebidos entre la señora Robles y su amigo íntimo, ya preso en Cuba, el perverso saqueador Carlos Ahumada.
La exacerbación e imputaciones atroces del imputado Bejarano llegan a puntos roñosos, de perturbación moral y síquica graves: "Ella está involucrada (en los negocios ilícitos); es una patraña lo del amor, la locura de amor; es simplemente dinero, interés y por eso llegaron a la putrefacción moral; estoy limpio y lo único que hice fue cometer un error".
Ante cámaras y micrófonos, en transmisión directa, ésta sin edición, el lunes pasado la ex perredista eminente rebatió puntualmente las acusaciones de su adversario crónico, que ella dijo histórico (con minúscula). Sabido era que eran más que adversarios, que no mantenían las mejores relaciones, sino las peores. De aquí que la señora Robles señalara como absurdas y ridículas las incriminaciones del perredista expelido. Ciertamente, el trato de la ex jefa de Gobierno con Ahumada era muy próximo y podía haber recibido malos dineros en la propia mano, de cerca. También ofreció que admitía que se revisasen sus modestas cuentas bancarias. Está muy irritada, con garra colérica, pues inculpan a su hija, inodándola en los líos de su madre, injustamente.
Televisa negó pronto y rotundamente las imputaciones que lanzaron contra sus "directivos", aunque solamente el señor Bernardo Gómez ha sido el señalado. No ha ofrecido datos sobre sus ediciones ni su manejo interno, no se diga sobre sus fuentes, ya que hasta el mismo Andrés Manuel López Obrador admite que no son exigibles a los medios. Aunque insiste en que Carlos Salinas de Gortari...
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