FRONTERA INVISIBLE / Malas noticias

AutorSergio Muñoz Bata

Como si no se tratara de un fenómeno en el que los protagonistas son seres humanos que tienen que separarse de sus familias para intentar construir un mejor futuro para todos, la noticia de que los envíos de dinero de los inmigrantes latinoamericanos a sus empobrecidas familias están declinando han sido causa de celebración en círculos xenofóbicos estadounidenses.

Para los dirigentes del Centro de Estudios Migratorios, por ejemplo, una institución que aboga por la expulsión de los inmigrantes indocumentados a sus países de origen y por limitar drásticamente la migración legal a Estados Unidos, el sufrimiento y las penurias de los inmigrantes no hacen sino confirmar el éxito de las políticas migratorias de mano dura tanto federal como estatal.

Según datos de la última encuesta del Banco Interamericano de Desarrollo realizada por Bendixen y Asociados, en el 2007 se detuvo, de hecho, el espectacular crecimiento en el envío de remesas que se había observado entre 2001 y 2006, cuando pasaron de 15 mil millones de dólares a 45 mil millones.

El año pasado, los inmigrantes latinoamericanos enviaron apenas un 1 por ciento más de lo que enviaron en el 2006, es decir, unos 500 millones de dólares más que el año anterior.

La encuesta encontró también que el número de inmigrantes que envían dinero disminuyó de 73 por ciento en 2006, a 50 por ciento ahora; Que el 81 por ciento de los entrevistados reporta que este año se ha vuelto más difícil encontrar un trabajo bien pagado; que el 61 por ciento de los latinos que ya se han hecho ciudadanos y el 66 por ciento de los latinos que son residentes legales sienten que la discriminación contra ellos ha ido en aumento y que la razón principal por la que han suspendido sus envíos es porque temen quedarse sin trabajo en cualquier momento.

Donde mayores fueron las caídas de los envíos fue en Pennsylvania (28 por ciento) Georgia (17 por ciento) Maryland (11 por ciento), algunos de los estados en los que más se han endurecido sus leyes contra los inmigrantes.

Uno de los pocos datos positivos de la encuesta revela que muchos de siguen enviando dinero han podido incrementar los montos y esto contribuye a que la cifra total de dinero que se envía a la región siga siendo muy alta.

De cualquier manera, la baja significa malas noticias para América Latina y pésimas para aproximadamente 3.2 millones de familias que dejarán de recibir remesas en 2008. Esto significa que unos 2 millones de familias, es decir probablemente...

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