FRICASÉ / El Abogado del Pueblo / Suenan alertas

Resulta demasiado tentador ante un Presidente "mareado", como lo calificó Porfirio Muñoz Ledo, alguien que lo conoce(ía) íntimamente, caer en la "ceguera de taller" y permitir que este señor, que en ocasiones aparenta estar enajenado de sus facultades racionales -de hecho, hay quienes afirman que el infarto(¿s?) que sufriera pudiera(n) haber presentado secuelas-, acapare totalmente nuestra atención dados sus abundantes y constantes gazapos.

Por ello hoy no hablaremos de él, pero hablaremos de algo que nos acontece y que en Estados Unidos ya comienza a prender señales de alarma: la militarización de México.

La analista Stephanie Brewer, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, realizó un interesantísimo ensayo que tituló: "México Militarizado: Una Guerra Perdida que no ha traído la Paz".

En él señala que, en la actualidad, en México el Ejército realiza labores de seguridad pública, control de puertos y aduanas, lucha contra las drogas, distribución y aplicación de las vacunas Covid, construcción de aeropuertos, de sucursales del Banco del Bienestar, megaproyectos turísticos y de transporte y otras más.

Dice Brewer, anotando que a la fecha México no ha sufrido golpes militares (del fin de la Revolución a la fecha): "La influencia de las Fuerzas Armadas dentro y fuera del ámbito de la seguridad puede significar que un golpe (de Estado) no sea necesario para que (las Fuerzas Armadas) ejerzan niveles de poder que, si bien no alcanzan niveles de ser un Gobierno militar, difícilmente hablan de una democracia sana.

"Con la seguridad pública y los proyectos emblemáticos del Gobierno en manos militares vale la pena cuestionar qué grado de poder retiene el Gobierno Civil sobre los militares.

"Lo preocupante es que el Gobierno parece estar optando por una dependencia cada vez más profunda e indefinida de las Fuerzas Armadas".

Preocupaciones por este trascendental tema ya se han expresado en México con el mismo tenor, pero el hecho de que la militarización del País se comience a ventilar FUERA de México entre nuestros vecinos que ya PROTESTAN airadamente por violaciones en México a los términos del T-MEC, resulta también preocupante.

Vaya, digamos que, lejos de ayudar a mejorar la percepción que se tiene de México en el exterior, la empeora y mucho.

Las tendencias crecientemente autoritarias del Presidente -señaladas con gran elocuencia por Muñoz Ledo en su entrevista con René Delgado publicada ayer en este su periódico (y disponible...

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