Freida Pinto: Suerte de millonaria

AutorMónica Delgado

En apenas tres años, Freida Pinto se ha erigido como uno de los jóvenes talentos internacionales más prometedores.

Desde su éxito mundial en Quisiera Ser Millonario (Slumdog Millionaire, 2008), la película que ganó 8 Óscares, la actriz india ha estelarizado seis cintas bajo la dirección de grandes cineastas como Woody Allen, Julian Schnabel, Michael Winterbottom o Jean-Jacques Annaud.

Además, ahora es parte del grupo de embajadoras de la multinacional de cosméticos L'Oréal.

Tal parece que la carrera de la joven de 27 años, nacida en Mumbai, ha iniciado con un ritmo acelerado y su celebridad rebasa ampliamente las fronteras de su inmenso país.

"No tengo miedo de la celebridad. Aun cuando parece que las cosas van muy rápido, a mi parecer van algo despacio", expresa Freida durante la celebración en París del 40 aniversario del eslogan de L'Oréal "Porque yo lo valgo".

"Después de trabajar con Woody Allen (en Conocerás al Hombre de tus Sueños, 2010), pasé tres meses sin hacer nada, sin ningún proyecto, y después fueron llegando las propuestas. No es como si todos esos proyectos me hubiesen caído al mismo tiempo, llegaron uno después de otro", explica.

Tras su papel de Latika en Quisiera Ser Millonario, Freida ha encarnado una diversidad de roles, desde una estudiante en Conocerás al Hombre de tus Sueños, a una joven implicada en el conflicto israelí-palestino en Miral, y a una princesa árabe en una de sus más recientes películas, Black Gold, de Annaud, que filmó al lado del español Antonio Banderas, del ítalo-austriaco Mark Strong y del francés Tahar Rahim.

"Fue una película con un elenco multicultural, que me interesó porque tiene un mensaje muy pertinente con nuestra actualidad", dice, "muestra una lucha entre tradición y modernidad, entre la generación en el poder y la nueva generación.

"El tema del descubrimiento del petróleo me parecía de sumo interés debido a lo que ha implicado en relación a este mundo desordenado de hoy".

La cinta de Annaud, que se filmó en Qatar y Túnez, coincidió con la llamada Revolución de Jazmín, que condujo a la caída del dictador tunecino Ben Alí en febrero de este año, y los actores vivieron día a día este evento de repercusión mundial.

"No tuve miedo porque estaba en un lugar seguro, pero sí esperaba que todo eso terminara para beneficio del pueblo", declara la actriz tras señalar que la convivencia con los técnicos y extras de la película, en su gran mayoría tunecinos, le permitió conocer el sentir del pueblo.

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR