La Fiscalía de la Ciudad de México, tras los "hermanos" de Mancera

AutorSara Pantoja

A casi dos años de su gestión como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum no ha dejado de investigar los actos irregulares y la presunta corrupción de Luis Ernesto y Julio César Serna Chávez, dos de los funcionarios incondicionales de Miguel Ángel Mancera Espinosa durante su administración.

Entre agosto y septiembre, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) abrió dos carpetas de investigación contra los dos hermanos, amigos desde la infancia de Mancera -quien hoy se desempeña como senador-, pues la Secretaría de la Contraloría General (SCG) encontró que en sus declaraciones patrimoniales de abril de 2018 no reportaron la propiedad de nueve inmuebles -casas y departamentos- adquiridos y remodelados en las alcaldías Álvaro Obregón y Benito Juárez.

Fuentes que conocen la indagatoria comentan, con la condición de que se omitan sus nombres, que Julio César, el mayor de los Serna, omitió reportar siete propiedades, mientras que Luis Ernesto no registró dos. La suma de todas llegaría a los 30 millones de pesos.

Según los informes, resulta prácticamente imposible que los Serna Chávez compraran esas propiedades con sus sueldos de servidores públicos en la nómina del gobierno capitalino en la que desempeñaron diversos cargos. Por ello, además de una falta administrativa, es factible que en la denuncia en su contra se les impute el delito de enriquecimiento ilícito. Se estrecharía así el círculo judicial en torno a las irregularidades administrativas y presuntos actos de corrupción hasta ahora hallados en la gestión de Mancera.

La cercanía de Luis Ernesto y Julio César con el ahora exjefe de Gobierno de la CDMX es tal que entre ellos se llaman "hermanos". Esa hermandad nació desde que eran niños, cuando los Serna Chávez invitaban a Mancera Espinosa a su casa a jugar y ver televisión, pues en la vivienda de éste -en la colonia Anáhuac, donde vivía con su madre- no alcanzaba para tener un aparato propio, según ha contado él mismo en entrevistas.

Desde entonces la amistad de los tres se afianzó, al grado de que Mancera los incorporó a su equipo de confianza cuando fue procurador de Justicia del Distrito Federal.

Cuando Mancera asumió la Jefatura de Gobierno en 2012, Luis Ernesto se volvió su mano derecha: fue su secretario particular. Por sus oficinas pasaban y se suscribían los grandes contratos de obra pública y se decidían las millonarias inversiones de la capital; Julio César fue coordinador general y...

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