Feminicidios alerta ignorada

AutorMartha Martínez

Las primeras señales de la desaparición de Karen se presentaron alrededor de las 16:00 horas del 22 de septiembre. Rebeca Espinosa, su madre, recibió una llamada del gimnasio en el que trabajaba como instructora. No se había presentado a trabajar.

La ausencia de Karen, de 19 años, pelo rizado y ojos oscuros, era algo inusual. Estudiaba ocho horas diarias, trabajaba de 16:00 a 21:00 horas, todos los días llegaba a su casa antes de las 21:30 horas y, cuando cambiaba su rutina, se lo informaba a su madre, pues ambas eran conscientes de que el Estado de México es una de las entidades más peligrosas para las mujeres.

Con la certeza de que algo le había sucedido a su hija, Rebeca acudió a las autoridades de Naucalpan, uno de los 11 municipios mexiquenses que está declarado en Alerta por Violencia de Género.

Este mecanismo, decretado por la Secretaría de Gobernación, obliga a los gobiernos federal, estatales y municipales a coordinarse para poner en marcha acciones de emergencia para atender, erradicar y sancionar la violencia de género en la entidad.

La situación lo amerita: las desapariciones y homicidios de mujeres se volvieron una constante desde la administración del priista Enrique Peña Nieto, y continuaron en el gobierno de Eruviel Ávila.

Aunque no existen registros oficiales, el diagnóstico La violencia feminicida en México, presentado en abril pasado, coloca al Estado de México como la entidad con mayor número de feminicidios en el país -359 registrados en 2014-. Los datos indican que el nivel de impunidad en este tipo de delitos es de más del 50 por ciento.

Además, cifras disponibles señalan que entre enero de 2015 y julio de 2016, se reportaron más de 2 mil mujeres desaparecidas, 60 por ciento de ellas entre 10 y 17 años de edad.

Simulación

Desde julio del año pasado, tras la declaratoria de la alerta, el gobernador Eruviel Ávila presumió -por todos los medios a su alcance- las medidas que su gobierno puso en marcha para atender el mecanismo: la inauguración de albergues para víctimas de violencia intrafamiliar, la capacitación de servidores públicos, la puesta en marcha de campañas de información y de líneas telefónicas de denuncia y la creación de cuerpos especializados de investigación.

No obstante, la madre de Karen constataría que todas estas medidas son una simulación: a pesar de que el gobierno estatal instauró un "protocolo para la investigación del delito de feminicidio" y otro más de "reacción inmediata" ante la desaparición...

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